El final explicado de Llaman a la puerta (Knock At the Cabin) contiene SPOILERS.
Llaman a la puerta (Knock At the cabin) es la nueva película del director de origen indio Shyamalan inspirada en el conocido libro «La casa del fin del mundo» de Paul Tremblay. El director de Múltiple, El sexto sentido, Glass y El bosque nos trae de nuevo una película llena de misterio, incómoda e inquietante. Aunque en este caso no encontramos el habitual giro de guion, que ya parecía marca de la casa. Sino que los primeros diez minutos te cuenta con exactitud lo que va a pasar en la hora y media que dura la película. Lo que puede resultar decepcionante para algunos fans.
Pero a pesar de perder en seguida el factor sorpresa, Llaman a la puerta sí conserva otros elementos principales del cine de Shyamalan, como son la familia y la fe. Además, en este caso, son los pilares principales en los que se sostiene la película, sin miedo de recurrir directamente a la Biblia para construir la historia. Una historia curiosamente menos ambiciosa de lo que nos tiene acostumbrados, con pocos personajes y un solo escenario. Porque sí, el fin del mundo ocurre en una cabaña perdida del bosque. Un concepto sencillo que sin embargo nos plantea un dilema demoledor: ¿mataría a la persona que más quieres para salvar a la humanidad?
Resumen ‘Llaman a la puerta‘
El matrimonio formado por Eric (Jonathan Groff) y Andrew (Ben Aldridge), junto a su hija Wen (Kristen Cui), deciden pasar el fin de semana en una cabaña alejados del estrés de la ciudad. Pero lo que parecía un fin de semana de ensueño, pronto se convierte en una pesadilla cuando cuatro desconocidos irrumpen en la cabaña. Dos hombre y dos mujeres armados con herramientas, que entran en la casa a la fuerza y están dispuestos a enfrentarse a cualquiera de ellos si tratan de escapar.
Los cuatro desconocidos aseguran que han tenido visiones del fin del mundo y que esas visiones les habían llevado hasta esa cabaña para cumplir una misión. Insisten en que el apocalipsis está a punto de suceder y lo único que puede frenarlo es que Eric, Andrew y Wen tomen una decisión muy difícil: deben elegir entre salvar a su familia o al resto de la humanidad. Pues la única forma de frenar el apocalipsis es que uno de ellos tres muera, pero además asesinado por otro de ellos.
Eric y Andrew se mantienen escépticos en un primer momento. Ven a los desconocidos como cuatro chalados fanático miembros de una secta, por lo que rechazan seguirles el juego. Pero cada vez que se niegan a cumplir este propósito, uno de los desconocidos es asesinado por los otros. Y cada muerte desata una plaga a nivel mundial.
A medida que las plagas se van desatando y ven con sus propios ojos como el mundo se está consumiendo poco a poco, el escepticismo inicial empieza a evaporarse. No pueden negar que lo que está ocurriendo es real, que el Apocalisis está a punto de suceder y que pronto deberán tomar la decisión más difícil de sus vidas: poner por delante a su familia o salvar la vida de 7000 millones de personas más.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Los cuatro extraños que irrumpen en la cabaña, Leonard, Sabrina, Ardiane y Redmond, representan los cuatro jinetes del apocalipsis. Shyamalan no trata de disimularlo en ningún momento, incluso aclara la referencia en medio de la película. Aunque sí cambia el papel de los jinetes ligeramente.
Los cuatro extraños no disfrutan con lo que están haciendo. Son personas normales, con trabajos normales, a los que se les ha encomendado una misión. Pero esa misión está por encima de ellos mismos. Los cuatro vieron las plagas en sus visiones, contactaron por internet los unos con los otros y supieron que estaban destinados a cumplir esta misión. Ellos son unas herramientas enviadas por algo más grande y poderoso que no entendemos.
Los cuatro jinetes del Apocalisis aparecen en La Biblia. A continuación relacionados cada personaje de la película con su jinete y añadimos las menciones en las que la Biblia nos los introduce:
1. El caballo Rojo: La Guerra / Redmond
«Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: «Ven». Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande.»
El primer jinete es Redmond (Rupert Grint) que representa al caballo rojo y a ‘La Guerra’. El mismo Redmond se presenta como alguien violento, con un pasado complicado, que fue a la cárcel y logró la reinserción. En este caso la Guerra se convierte en Reinserción. Una visión más positiva.
2. El caballo negro: El Hambre / Ardiane
«Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer Viviente que decía: «Ven». Miré entonces y había un caballo negro; el que lo montaba tenía en la mano una balanza, 6.y oí como una voz en medio de los cuatro Vivientes que decía: «Un litro de trigo por denario, tres litros de cebada por un denario. Pero no causes daño al aceite y al vino.»»
El segundo jinete es Ardiane (Abby Quin), que representa a ‘El Hambre’. Aunque, curiosamente, la mujer es cocinera. Además la película insiste en le encanta cocinar y observar como los demás disfrutan comiendo sus platos. Ella más que el hambre es quien alimenta.
3. Caballo verdoso: La Muerte / Sabrina
«Miré entonces y había un caballo verdoso; el que lo montaba se llamaba Muerte, y el Hades le seguía. Se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con la espada, con el hambre, con la peste y con las fieras de la tierra.»
El tercer jinete es el caballo verdosos y representa ‘La muerte’. En Llaman a la puerta lo encarna Sabrina (Nikki Amuka-Bird). Aunque no hablan de ella como Muerte, sino como Sanadora, justamente lo contrario. Sabrina es enfermera y así lo demuestra en dos ocasiones curando las heridas de los protagonistas están a punto de acabar con ellos. Además luego veremos su tarjeta de identificación del hospital en el que trabaja, demostrando que dijo la verdad en todo momento.
4. El caballo blanco: La conquista
«Miré y había un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor, y para seguir venciendo.»
El último de los jinetes es Leonard (Dave Bautista). Este representa ‘La Conquista’. Aunque en la película lo definen como ‘el tutelaje’. Leonard es profesor de primaria en una escuela pública. En él reside la esperanza en que la nueva generaciones sean la solución a los problemas de hoy en día, educándolos desde la honestidad y conquistando sus mentes para que crezcan siendo buenas personas.
Las plagas Bíblicas en Llaman a la puerta
En la Biblia, los cuatro jinetes del Apocalipsis abren siete sellos, desplegando así siete plagas sobre la Tierra que ayudan a su destrucción. En este caso las han agrupado en cuatro. Y la forma de abrir esos sellos es con el sacrificio de cada uno de los jinetes.
1. Primera plaga: terremotos y tsunamis
Tras la muerte de Redmond, Leonard enciende la televisión. Ahí podemos observar que todos los canales del mundo están informando de la misma noticia: se han originado varios terremotos a lo largo de la Tierra que están provocando grandes inundaciones en diferentes puntos del planeta dejando miles de muertes a su paso.
2. Segunda plaga: pandemia mundial
Cuando es Ardiane la que muere, una nueva plaga se desata. En esta ocasión las noticias informan de una pandemia mundial donde además las víctimas son los niños menores de 10 años. Están muriendo inocentes infectados por un virus que no logran identificar ni frenar.
3. Tercera plaga: los cielos caen
Con la muerte de Sabrina vemos como de repente los aviones comienzan a caer del cielo y estrellarse contra la tierra. Miles de personas están muriendo a lo largo del mundo y nadie comprende qué está sucediendo. Nadie menos los que están encerrados en esa cabaña. Los cielos están cayendo ante sus ojos.
4. Cuarta plaga: fuego y cenizas
Con la muerte de Leonard se desata la última de las plagas. Los cielos comienzan a echar rayos, provocado incendios a su paso. Una visión prácticamente infernal donde el fuego consume todo lo que encuentra en su camino. Y es precisamente tras esta plaga cuando Eric y Andrew deciden actuar en consecuencia.
Por cierto, un detalle que no es importante para la trama, pero sí curioso, es que la película comienza precisamente con la niña cogiendo saltamontes o langostas. Una de las plagas que asoló el antiguo Egipto y que sirve como preludio de lo que está por llegar. Además Wen, la niña, encierra a los saltamontes en un tarro de cristal. Así como ellos estarán encerrados en la cabaña el resto de la película.
Final explicado de Llaman a la puerta
Es evidente que la religión cristiana es la gran fuente de inspiración para Llaman a la puerta (Knock in the cabin). El apocalipsis, los jinetes, las plagas, el sacrificio de uno para salvar al resto de la humanidad. Elementos bíblicos contados de una forma distinta, pero donde la fe se vuelve esencial para concluir la película.
Aquí nos presenta a un matrimonio formado por dos hombres muy diferentes. Andrew es ateo, escéptico y terrenal. Mientras que Eric tiene un lado espiritual más poderoso. Ambos han aprendido a quererse a pesar de las diferencias. Pero reaccionarán de forma opuesta ante esta situación.
Uno a uno han visto morir a cada jinete delante de sus ojos. Y también han visto que cada muerte ha desplegado una plaga a nivel mundial, llevándose a muchísimas personas por el camino. Terremotos, tsunamis, pandemias y aviones que caen del cielo estrellándose contra la tierra. Pero tras morir Leonard, el último jinete, ya no les queda casi tiempo para actuar. El apocalipsis está a punto de suceder y ambos deberán tomar una decisión.
Andrew empezó a creer en que el Apocalipsis es real desde casi el comienzo de la película. Sin embargo, Eric se mantiene escéptico por más tiempo y toma con rotundidad cada decisión en la cabaña. Pero tras la cuarta plaga Eric ya no puede seguir negando la evidencia. El Apocalipsis es real. Aquí es cuando realmente deberán tomar la decisión más importante de sus vidas: salvar a la familia o al mundo entero. Y su forma del ver el mundo será clave para tomar esa decisión.
Por un lado, Eric está herido por como el mundo le ha tratado por su sexualidad. Incluso sus propios padres le han despreciado por ser quién es. Tiene un resentimiento con el mundo enorme y no le importa que todo arda en cenizas mientras con eso mantenga cerca a las personas que realmente quiere. Por el otro lado, Andrew, que no tiene es carga en su espalda, tiene una visión más luminosa del mundo y de las personas. Comprende que la vida puede seguir siendo bella sin él. Se imagina a su marido y a su hija siendo felices y compartiendo minutos juntos, y entiende que su sacrificio puede dar esperanzas a todo los demás. Por lo que decide sacrificarse por todos. Morir para salvarnos al resto.
Tras una conversación emotiva y dolorosa, Eric acaba cediendo y disparando a Andrew, matándolo instantáneamente. Sabe que ese es su deseo y decide cumplirlo. Si bien no tiene fe en una fuerza sobrenatural, ni siquiera en el resto de la humanidad, sí la tiene en su marido. Por lo que aprieta el gatillo a pesar de lo desgarrador que le resulta. Acto seguido recoge a su hija y ambos huyen del lugar mientras ven como todo se quema a sus espaldas.
Finalmente han logrado frenar el apocalipsis: los terremotos se han estabilizado, las muertes por el virus se han frenado y los aviones han dejado de caer del cielo. El mundo ve la luz un día más, y todo gracias al sacrificio de un hombre. Aunque ellos tendrán que aprender a vivir con el dolor de haber perdido a la persona que más querían.
La importancia del recuerdo
Una de las escenas más emotivas de Llaman a la puerta es precisamente la última. Cuando el padre y la hija, tras haber perdido al tercer miembro de su familia, se suben al coche. Cuando arrancan el coche comienza a sonar una canción. Es la misma canción que oímos al comienzo, una que los tres suelen cantar juntos. Y de inmediato el recuerdo de Andrew se les clava como un puñal frío en el corazón.
Oír la música les duele demasiado y deciden quitarla. Pero poco a poco, y a diferentes ritmos, ambos vuelven a ponerla canción. Al final el recuerdo de alguien que has querido es doloroso, pero doloroso porque esa persona te ha importado. Y ese sentimiento no es algo que debemos olvidar o del que huir, sino aprender a mantener a nuestro lado y convertirlo en algo bueno.
