El Menu (The Menu) nos invita a una experiencia culinaria única. Una cena en un restaurante de lujo donde cada plato está cubierto de significado. El chef ha creado un menú especial para doce invitados de honor, entre los que se encuentran: críticos culinarios, estrellas de cine y hombres de negocios. En definitiva, ricos para los pagar trescientos dólares por una cena no les supone ningún sacrificio.
El Menu (The Menu) nos habla de los fallos del sistema y lava la cara a los más privilegiados, usando la alta cocina para desenmascararlos. Un arte que solo pueden disfrutar aquellos que tienen el dinero para hacerlo, no el paladar para disfrutarlo.
En este artículo repasaremos cada plato del menú y explicaremos su significado. Desde los entrantes hasta el postre. Y, por supuesto, hablaremos de la hamburguesa con queso y patatas, el plato más apetecible de todos. El análisis contiene spoilers de El Menu (The Menu).
Ostras crudas con Mignonette
El primer tentempié en El Menú (The Menu) no se sirve en la isla, sino en el barco de ida. Un detalle de bienvenida que nos pone en situación para lo que está por venir. El plato es una ostra cruda en una emulsión de mignonette, caviar, limón y una hoja de ostra.
Este plato nos sirve para conocer a los dos protagonistas. Tanto a Tyler como a Margot. Tras comer la ostra, Margot dice que a pesar de estar buena prefiere el sabor original, sin necesidad de añadidos. Tyler desprecia su opinión. Él prefiere las capas superficiales y elaboradas, mientras que ella busca la verdadera esencia. Ahí ya nos muestran que ambos pertenecen a mundo distintos y que lo de Tyler es más postureo que gusto. Mientras que ella no se avergüenza de ser fiel a sus verdaderas impresiones.
Amuse Bouche
‘Amouse Bouche’ significa aperitivo en francés. Y es precisamente eso lo que les sirven cuando llegan al restaurante, un entrante antes de empezar a tomar los platos principales. El plato consiste en bolitas de melón comprimido y encurtido, nieve de leche y un encaje carbonizado.
Curiosamente, el entrante ya nos desvela un poco el final de la película. En él aparecen bolitas de melón representando a los comensales, encerrados sobre una capa de nieve (están rodeados de agua en medio de una isla) y con el encaje carbonizado de su desenlace (todos acaban carbonizados). Podemos decir que el entrante es a la vez un spoiler de la velada.
Primer plato: La isla (The Island)
El primer plato está formado por plantas de toda la isla colocadas sobre rocas de la orilla, cubiertas de agua de mar filtrada y poco congelada, con vieiras en la cima. El plato representa la Isla en su estado natural, sin presencia humana.
El chef explica que la gente de la isla no importa. Lo que la isla provee existe en su estado más perfecto antes de que lo recojan, lo manipulen y lo coman. La naturaleza es más poderosa que el hombre y que la vida de cualquiera de ellos. Un plato existencialista que nos avisa que cuando ellos al final de la película ardan, la Isla sanará.
Segundo plato: Plato de pan sin pan
El nombre original del plato es ‘Breadless Bread Plate‘ y está formado por seis condimentos salados a los que no acompaña ni un mísero trozo de pan, lo que lo hace complicado comer. El pan es un plato sencillo compuesto de harina y agua. Un alimento básico que lleva siendo parte de nuestra alimentación más de 12000 años, pero que sin embargo no tiene el peso de ser un plato principal, sino que sirve únicamente como acompañamiento.
El pan representa a la gente trabajadora (la gente que da de comer) y los condimentos son los privilegiados que comen. El chef les está diciendo que ellos son los condimentos que se lucen en el plato. Pero en esencia y cuando no tienen nadie que les sirva y le potencie, solo son unos inútiles que no alimentan.
Tercer plato: Memoria
Si en el plato anterior ha lavado la cara al privilegio de forma general, ahora lo hará de manera individual, sacando los pecados de cada comensal. Este plato se llama precisamente memoria y se compone de unos tacos al pastor de muslo de pollo de Bresse ahumado, con tortillas hechas de masa herloom.
Cada comensal tiene impresa en las tortitas imágenes de sus miserias. A la critica culinaria le aparecen los restaurantes que han cerrado por su culpa. Al hombre infiel, su imagen con otras mujeres. Tyler, él mismo comiendo mostrando su vanidad. La estrella de cine, carteles de su película más estúpida y la que le hizo saltar a la fama. Y los ejecutivos, cuentas en la Isa Caimán con las que limpian el dinero.
Cuarto plato: Devastación (The Mess)
Este es precisamente el plato con el que nos damos cuenta que esta experiencia va mucho más allá de una simple cena. Y empieza con una performance devastadora: la de un chef quitándose la vida delante del resto de comensales y compañeros, tras confesar la presión a la que ha sido sometido y la decepción que supone para él saber que nunca va a ser excepcional, simplemente bueno.
Además, en esas cocinas se crean unas dinámicas tóxicas: mucha presión, rivalidad y autoritarismo que acaban con la salud mental de cualquiera. Curiosamente, la composición del plato son vegetales cocidos a presión con filete horneado, patata confitada, jugo de carne y tuétanos. El chef ha dejado hasta los huesos en ese trabajo para nada realmente. Es consciente de que ha dedicado toda su vida a llenar el estómago a gente que ni siquiera aprecia su esfuerzo.
Quinto plato: Limpiador de paladar
El té sirve como intermedio para limpiar el paladar, para quitarnos los sabores de los anteriores platos y poder disfrutar los nuevos que están por llegar. ¿Y qué forma mejor de limpiar el mundo que eliminar el creador de ese sistema tan injusto?
El chef ya no se anda con remilgos y delante de todos los comensales asesina al dueño del restaurante ahogándolo en el mar. Le identifica como la persona que le quitó la ilusión de cocinar y le encerró en una cocina explotándolo cada día para seguir ganando más y más dinero. Sin importarle las condiciones de los trabajadores, que incluso viven encerrados en esa isla día y noche. Por eso ni le de la opción de purificarse, simplemente lo elimina.
Sexto plato: el capricho del hombre (Man’s Folly)
Este plato tiene dos vertientes. A ellas se les invita a comer un plato de cangrejo, suero de yogurt fermentado, lechuga de mar seca, umeboshu y kelp. Y a ellos se las invita a correr a lo largo de la isla para huir de su fatal desenlace.
El plato empieza con la acusación de una de las empleadas del Chef hacia él. Habiendo este abusado de su poder, primero sobrepasándose con ella y luego perjudicándola en el trabajo cuando ella le rechazó. La empleada, como venganza, le clava unas pequeñas tijeras en el muslo.
Si bien el mundo se divide entre los que dan y los que toman, dentro de cada clase social también ha habido un sistema patriarcal donde el hombre se ha sobrepuesto a la mujer. Y en el sexto plato querían cambiar las tornas. Que fueran ellos los que sintieran el miedo de ser perseguidos y cazados, y ellas pudieran sentarse en la mesa y disfrutar de la comida.
Séptimo plato: la mierda de Tyler (Tyler’s Bullshit)
Este plato no estaba planeado, sino que surge tras el chef descubrir que Tyler ha condenado a Margot a la muerte, invitándola a este cena sin avisarle de cómo iba a acabar. Tyler era el único de los comensales que sabía el menú exactamente. Es decir, conocía que el postre suponía su muerte. Pero no podía ir al restaurante solo, por lo que contrató a Margot aún sabiendo que la condenaba.
Como venganza, el chef hace cocinar a Tyler. Y, evidentemente, fracasa en su tarea. Tyler prepara un cordero poco cocido con salsa incomible. Tyler es un farsante. Ni siquiera entiende el arte, solo finge hacerlo, es pura apariencia. Y cuando le quitan esa capa de postureo es solo un hombre triste e inútil. Y al verse su vanidad afectada, acaba colgándose antes de llegar al postre.
Plato complementario: hamburguesa con patatas
Otro plato que no estaba en el menú, pero que sin lugar a duda se convierte en el más significativo de la noche: la hamburguesa con queso y patatas (solo una hamburguesa pero muy bien hecha).
Margot ha demostrado no ser de los que sirven ni de los que comen, por mucho que el chef le haya desafiado a ponerse en un lado u otro de las cocinas durante toda la velada. Pero no encaja con lo establecido. Desde luego no es una persona privilegiada, pero tampoco se deja pisotear hasta esos niveles por los que tienen ese privilegio. Cuando ve que su vida está en peligro renace como una revolucionaria, alguien que lucha contra lo establecido y trata de cambiar las normas. Por eso es la única que se enfrenta al chef y le da órdenes: le pide que le cocine una hamburguesa con queso.
Esa hamburguesa con queso le sirve al chef para recordar que no siempre ha sido así, que a pesar del monstruo en el que se ha convertido hubo un tiempo en el que disfrutaba cocinando. Margot le ha desafiado y le ha enseñado una lección. Logra ver en Margot un halo de esperanza que no ha encontrado en nadie más en ese restaurante. Por eso le pone la hamburguesa para llevar y le da la oportunidad de salvarse.
Postre: Smore. Final de El Menu ( The Menú)
Pero para el chef y para el resto de los comensales la velada no ha acabado, queda el plato final. Queda el postre. Malvaviscos, chocolate, galletas Graham, clientes, empleados y el propio restaurante. Un plato que les recuerda a la infancia y eso que está lleno de azúcares e ingredientes poco naturales. Demostrando que hemos sido envenenados por el sistema desde que somos solo unos niños.
El postre sirve como purificación. El sistema está corrupto y nadie en ese restaurante puede salvarse, ni los que dan ni los que toman. Por eso el chef decide reducir todo a cenizas, convirtiendo literalmente a los comensales en los ingredientes.
