‘Loving Pablo‘ no ha sabido extraer todo el jugo a una historia apasionante y terrible que ya nos la habían contado otros.
Oír a Penélope Cruz contar en inglés con acento colombiano la vida y obra de Pablo Escobar carece de sentido por dos razones principalmente. La primera, porque gracias a producciones como Narcos, ya conocemos todo lo que aconteció durante el tiempo en el que su figura era temida y respetada a partes iguales, y en la que el magnate de la droga consiguió que el cartel de Medellín fuera un monopolio de la cocaína. La segunda, porque aún más innecesario que volver a contarnos la misma historia y peor, es tener a Penélope Cruz interpretando a un personaje tan caricaturesco como ridículo que conlleva a que la película se convierta en una parodia demasiado seria para resultar simpática. Y además si añadimos su acento impostado, exagerado, tramposo y desacertado, culmina en una recreación que más bien pertenece a una mala telenovela que a una producción de cine.
La película puede salvarse para aquellos que no conozcan nada de este magnate de la cocaína, porque su biografía es tan terrible como apasionante. Un hombre que hizo una fortuna con el narcotráfico y que se convirtió en un monstruo con el narcoterrorismo. Durante los años en los que construyó y dirigió su imperio las anécdotas e historias que dejó a su paso superaron cualquier ficción. Desde la cárcel de lujo que se construyó para ‘pagar’ su condena, su entrada en política gracias a sus sobornos y amenazas, ser el responsable de la muerte de hasta 672 policías o incluso explotar un avión en pleno vuelo para mantener su poder.
Y justo ese aspecto, el de la espectacularidad de algunas escenas que ocurrieron realmente, con momentos de acción a los que nuestro cine poco acostumbra, consiguen ser lo mejor de de ‘Loving Pablo‘, siendo curiosamente ese ‘amor’ o historia extramatrimonial con la periodista trepa, lo más flojo e insustancial.
A pesar del patinazo con referencia a Penélope Cruz, no tanto por su actuación, sino por el personaje que han creado para ella, monólogos con voz en off que desafían la razón incluidos; Javier Bardem sí consigue una actuación muy digna, y logra interpretar a un buen Escobar, si alguna vez ambas palabras pudieron ir juntas. Pero por mucho que Bardem engrandezca el proyecto, con o sin prótesis de tripa, el resto no está al nivel del actor español.
El verdadero problema de ‘Loving Pablo‘ es que se trata de una película que ha nacido tarde. Además, cuenta la historia a través de un punto de vista que no logra extraerle todo el jugo y no aporta ninguna novedad a lo que ya conocíamos. Si de verdad queréis conocer en profundidad esta época oscura en Colombia y adentrados en la figura en el cartel de Medellín para conocer al verdadero Pablo Escobar desde sus inicios, Narcos de Netflix es la opción perfecta.
