Lograr el reconocimiento personal que merecemos no siempre es fácil. Especialmente en una sociedad tan dominada por los prejuicios como la nuestra. Factores como la raza o el sexo pueden primar más que nuestro desempeño. Lo que provoca que muchas personas deban trabajar más duro que otras, para lograr la misma consideración.
“Figuras ocultas” nos trae la historia, basada en hechos reales, de tres brillantes mujeres que trabajaron en la Nasa en los años 60. Una época marcada tanto por la carrera espacial con la Unión Soviética, como por la fuerte segregación racial. Debido a ello, tendrán que trabajar duramente para sobreponerse a la discriminación, y lograr probar su gran valía.

La película parte con unas buenas premisas. Se trata de una historia que merece ser contada, y con una temática que está a la orden del día en Hollywood. Sin embargo, enseguida nos damos cuenta de que se trata de una producción que apuesta por la sencillez, y por repetir fórmulas que ya están demasiado vistas.
El desarrollo de personajes es prácticamente inexistente. En la mayoría de casos, la presentación se reduce a una pequeña anécdota con la que definir una personalidad cargada de clichés. Desarrollos fáciles y simplones que dan lugar a personajes planos. En definitiva, un cúmulo de personalidades que parecen poco más que un simple copia y pega.
Todo ello a medida de una historia cortada por el mismo patrón. En la que, casi desde el primer minuto, podemos adivinar cuál va a ser el camino que tomará la trama. Y no es debido a que esté basada en hechos reales. Sino a la mala costumbre de exagerar los detalles, para dotar a la historia de una mayor heroicidad.

Pero no todo son malas noticias en “Figuras ocultas”. La verdad es que, pese a sus pobres personajes y desarrollos, no deja de ser una película bastante dinámica. Sus dos horas de duración se hacen muy amenas. Y no podemos evitar sentir curiosidad por una historia que resulta ciertamente encomiable.
En definitiva, estamos ante una película facilona, previsible, y que nos da la sensación de estar viendo algo que ya hemos visto muchas veces en Hollywood. Pero que, en cualquier caso, logra cumplir con su propósito de entretenernos. Uno de esos casos en los que, sin duda alguna, la historia que se cuenta resultará mucho más memorable que la propia película.