Tras un primer capítulo de Juego de Tronos (Game of Thrones) que no nos sacó de ningún apuro y que se basó principalmente en reencuentros (como el abrazo tierno entre Jon y Arya) y encontronazos (Sansa y Daenerys no comenzaron con buen pie) por fin este segundo se ha puesto las pilas, al menos para presentarnos lo que está por venir y meternos de lleno en el comienzo del fin. El 8×02 ha sido un preludio de la batalla: los cincuenta minutos han girado en torno a la última noche antes de enfrentarse con los caminantes blancos. Una noche donde el miedo y la incertidumbre se hacen dueños de la situación, aunque también donde el compañerismo, la valentía y la entrega crean fuertes alianzas entre los protagonistas.
Análisis de Juego de Tronos 8X01
LAS COSAS QUE SE HACEN POR AMOR
El capítulo comienza con Jaime frente a Daenerys y el resto del consejo de Invernalia. La reina reprocha al Lannister haber acabado con su padre y por consiguiente con su familia. También Sansa le reprocha su participación en el encarcelamiento y posterior muerte de su padre, Ned Stark. El mata-reyes no niega ni se arrepiente de lo que hizo, alude a que estaban en guerra pero a la vez deja claro que ahora está en el Norte con un propósito, luchar por lo vivos. Si alguien podía salir en defensa de Jaime era Brienne, que convence a Sansa para darle al menos una oportunidad. Él le devolverá el favor más tarde nombrándola caballero.
Pero si bien Jaime puede excusarse de lo anterior como consecuencias de la guerra, lo que le hizo al pequeño Bran poco tiene que ver con temas de estado. ‘Las cosas que se hacen por amor’, una frase que solo ellos entienden y que sin embargo les sirve para aclarar la situación. Bran no odia a Jaime porque hace tiempo que dejó de ser el Stark y no le va a delatar porque le conviene que luche a su lado. Parece quelos asuntos entre ellos quedan zanjados.
Otro de los momentos tensos que hemos vivido es el nuevo encontronazo entre Daenerys y Sansa. Cuando parecía que ambas habían logrado un entendimiento y que finalmente estaban haciendo buenas migas la duda asalta a Sansa. ¿Qué pasará si todo sale según los planes y derrotan a los caminantes y a Cercei? ¿Será el Norte libre o estará bajo el mandato de la Targaryen? Daenerys no parece muy convencida de dar la libertad a Invernalia. Ella quiere ser la reina, ocupar su trono y gobernarlos a todos.
LA ESTRATEGIA DE LOS VIVOS
Si todavía no entendíamos muy bien en qué consistía ser ‘el cuervo de tres ojos‘ Bran vuelve a darnos una lección más de su verdadero poder. Él es la memoria, la historia, el conocimiento de lo que ha sucedido (no así de lo que no ha pasado). Y sobre todo sabe cómo acabar con los caminantes blancos. Por esa razón El rey de la noche pretende destruirlo (al igual que antes lo intentó con otros cuervos) para evitar que los vivos conozcan su punto débil y así reinar en la noche para siempre. Un futuro oscuro liderado por la muerte que deben evitar a toda costa.
Jon sabe que con eliminar al Rey de La Noche todos los muertos caerán con él. Por lo que la única alternativa es usar a Bran como cebo y matarlo en el momento en el que se acerque a al joven. Saben que es imposible luchar contra su ejército, pero al menos pueden frenarlo mientras tratan de destruir el origen.
LA ÚLTIMA NOCHE
La noche antes de la batalla es una gran despedida. Juego de Tronos nos reconcilia con todos los personajes porque no sabemos a los que perderemos en el próximo capítulo. Y ojo, debemos estar alerta, porque podría ser cualquiera.
Arya firma las paces con el perro y acaba en la cama con Gendry. Sam abraza a su hijo y a su mujer con miedo a no volverlos a ver. Sansa comparte la que podría ser su última cena con Theon. Incluso Jorah se despide de su prima Lyanna Mormont. Entre todos se estrechan lazos y se crean alianzas que les redime de sus anteriores pecados. Una noche que podría ser la última para cualquiera de ellos.
En el 8×02 también ha habido hueco para le humor. El momento más divertido lo vivimos con el trío Jaime- Brienne- Tormund. Bien es sabido que a Tormund le gusta Brienne, a Brienne le gusta Jaime y a Jaime le gusta su hermana. Por eso cuando los tres coinciden en el salón de Invernalia las risas estás servidas. Unos momentos divertidos que relajan la tensión de una noche donde nadie puede dormir.
YA ESTÁN AQUÍ
Antes de que acabe el capítulo, Jon finalmente le confiesa a Daenerys que él no es el bastardo de Ned, sino el hijo legítimo de su hermano Rhaegar Targaryen. La joven no duda ni un segundo en mostrar su sorpresa y su disconformidad con la noticia: eso significa que es él y no ella el legítimo rey del trono de hierro. Todo en lo que ha creído estos años, el camino que ha recorrido, las personas a las que ha perdido, las batallas que ha ganado para finalmente no sentarse en el trono porque no le pertenece. Aunque a penas tienen tiempo de tratar el nuevo giro de los acontecimientos, porque el peligro se acerca y la batalla está a punto de comenzar.
El final, como no podía ser de otra forma, nos muestra a los caminantes blancos frente a Invernalia. Ya estamos contando las horas para ver la batalla final. La que enfrente a los vivos y los muertos y que nos devuelva la magia de Juego de Tronos. ¿Quién vivirá? ¿Quién morirá? Nosotros también debemos prepararnos para la batalla y tener presente que en Juego de Tronos nada ni nadie se salva.
‘Nunca quiso marcharse’
Este capítulo de Juego de Tronos ha sido fascinante. No ha tenido la acción de la batalla, ni el giro de los acontecimientos imprevistos, ni siquiera ha habido muertes. No. Ha sido un capítulo de despedidas. Y no solo para los personajes sino también para los espectadores. Añoranza, pena, tristeza por despedir la serie y a la vez satisfacción y alegría por todo lo que nos ha dado.
Las sensaciones de los personajes cuando se iban despidiendo, ya fuera la mirada perdida de Arya, la vista al horizonte de Jorah, la media sonrisa de Sansa a Theon o el beso apasionado de Missandei a Gusano gris; todas son emociones que nos han calado porque hemos crecido con esos personajes durante ocho años y los hemos acabado haciendo nuestros. Y qué acertada la canción del final del capítulo, hablando de los que hemos perdido, de los que hemos encontrado y de los que se fueron y ni siquiera recordamos el nombre. Todos esos momentos inolvidables de una serie única que hemos arropado durante siete temporadas y que ahora no estamos preparados para dejar marchar.
