Conseguir hacer una buena película a través de la peor película de la historia, es un gran reto que James Franco ha superado con creces en ‘The disaster artist’
Si bien en ocasiones la realidad supera a la ficción, también hay personas de carne y hueso que parecen sacados de tiras cómicas de un periódico. Como prueba de todo ello está Tommy Wiseau. Si aún no sabéis de quién hablamos, os presentamos al hombre que se ha hecho conocido por producir, dirigir, escribir y actuar en la peor película de todos los tiempos, ‘The room’. Para conocer en profundidad lo que hay detrás de este despropósito audiovisual, James Franco ha decidido trasladar la historia de cómo se rodó este icono del cine cutre a la gran pantalla. Y aunque los misterios en torno a la vida del propio Wiseau, como su procedencia, su edad o el origen de su fortuna siguen sin resolverse; el making off de la película se plasma a la perfección en ‘The disaster Artist‘.
Mark quiere ser actor pero su miedo escénico se interpone en su camino. Cuando conoce a Wiseau ambos deciden probar suerte en Los Ángeles. Pero aún estando en la ciudad del cine y la fama no parece que la fortuna ( o el talento) les sonría, motivo por el cual acaban creando su propia película, en la que gastarán la friolera de seis millones de dólares. Una producción donde aquello de ‘si quieres hacer algo bien, hazlo tu mismo’ pierde cualquier sentido.

Si la historia real tal como sucedió tiene un trasfondo tan curioso como surrealista, James Franco consigue llevarla a la gran pantalla con gran destreza, captando lo extravagante de su protagonista a la vez que nos habla del caótico rodaje de ‘The room‘. Intercala la historia personal de la pareja de amigos con partes de la propia película, dándole humor a la tragedia y consiguiendo la risa del espectador . Porque aunque parece mentira, Wiseau es una persona real y ‘The room’ es, efectivamente, tan mala como para ganarse ese título.
Y es que decir que The Room es mala es quedarse corto. Escenas sin ninguna lógica, subtramas que desaparecen de una toma a otra, actores de casi treinta años haciendo de adolescentes, escenas de cama tan desagradables como ridículas y una botella vacía como marca de la casa. ‘The disaster Artist’ te traslada detrás de cada escena viendo lo que sucedía en realidad, y explicando por qué el resultado final parece hecho por un mono fumado.

Lo mejor de la película es la interpretación de James Franco como el propio Wiseau. Consigue recrear a la perfección su forma de moverse, de gesticular, hablar y por supuesto de reírse. Además, como viene siendo habitual en sus producciones, se ha rodeado de amigos e incluso familiares en el equipo, apareciendo en el casting su hermano Dave Franco, su cuñada Alison Brie o su gran amigo Seth Rogers.
The Disaster Artist se alzó con la Concha de Oro en el pasado Festival de San Sebastián y en los países que ya se ha estrenado la acogida está siendo todo un éxito. Y es que conseguir hacer una buena película a través de la peor película de la historia, es un gran reto que James Franco ha superado con creces. Y por cierto, oh Hi Mark!
Un consejo, si tenéis la oportunidad, vedla en versión original, doblada pierde por completo su esencia.