‘La llamada’ tiene todos los componentes para conquistar a los espectadores. La frescura de sus actrices, la originalidad de su guion, lo emotivo de su moraleja y la esperanza para nuestro cine.
Si hace poco hablábamos en la web que la comedia española se había estancado en el humor de tópicos rancios y bromas baratas, ‘La llamada’ ha llegado como un soplo de aire fresco que ‘llama’ a las puertas de nuestro nuevo cine con talento, ilusión, energía y originalidad.
María (Macarena García) y Susana (Anna Castillo) son dos jóvenes rebeldes a las que el campamento de monjas les sabe a poco, y deciden escaparse por la noche para salir de fiesta. Pero cuando a María una noche se le presenta Dios cantando a Whitney Houston, algo en ella comienza a cambiar que también afectará a aquellas que le rodean. Una historia de descubrimiento y madurez, donde elegir nuestro destino empieza por arriesgar y dejar la llamada del miedo en espera.
‘La llamada’ se trata de la adaptación al cine del musical homónimo dirigido y escrito por Javier Ambrossi y Javier Calvo que ha llenado salas durante más de cuatro años en el teatro Lara de Madrid, siendo un éxito entre público y crítica. Adaptando la misma historia a la gran pantalla pero sin perder el magnetismo de la original, han sabido plasmarla a la perfección y multiplicar el efecto de lo que ya se nos mostró con anterioridad sobre el escenario.
Con todo tipo de música como guía por esta aventura, nos deja claro que no importa el camino que elijamos mientras sea el que nosotros queremos. Ya sea regaeton o música cristiana, si somos felices cantando, lo demás queda en un segundo plano. Porque además es respetuosa en creencias y en elecciones, no teniendo cabida la ofensa y siendo la ilusión el verdadero combustible de la película.
No olvidemos que estamos ante una película novel, y siempre hay aspectos a mejorar en dirección. Pero sería injusto centrar la crítica en los detalles cuando ha conseguido cautivarnos de principio a fin. Y nos ha hecho reír y emocionarnos a partes iguales hermanando la carcajada con lágrimas de alegría.
Las cuatro actrices principales rebosan frescura y la química entre ella es innegable, trascendiendo su amistad más allá de la pantalla. El papel de María está diseñado para Macarena García, que logra trasmitir ternura con su mirada cálida y sus ojos vidriosos. Y a Anna Castillo la vena rebelde le va que ni pintada, a juego con su pelo. Belén Cuesta, nos trae el humor y la simpatía que tanto la caracterizan; y Gracia Olayo está divertidísima en su papel de monja guía. Y junto al reparto, la fotografía a manos de Miguel Ángel Amoedo (‘La novia’) es otro gran acierto. Haciendo que nos sumerjamos en los días más luminosos del verano donde absolutamente todo puede pasar.
‘La llamada’ tiene todos los componentes para conquistar a los espectadores. La frescura de sus actrices, la originalidad de su guion, lo emotivo de su moraleja y la esperanza para nuestro cine. Y recordad, si un día se os presenta Dios cantando a Whitney Houston, no desvieis la llamada, y coged la oportunidad con fuerza porque el único que pierde es el que no arriesga.
