“Demonios tus ojos arriesga y explora para traernos una historia de perversión a la luz del día»
La perversión queda fuera de lo moral y lo aceptado socialmente. Pero el cine lo recupera para traernos personajes que deciden dar rienda suelta a sus más íntimas pasiones, con indiferencia de género, época o condición social. Poco tiene que ver el personaje de Isabell Hupert en «La Pianista» con el de Jeremi Irons en «Lolita», y sin embargo en ambos reside esa oscuridad de la que hemos sido espectadores.
«Demonios tus ojos» nos presenta a Oliver (Julio Perillán), que tras ver un vídeo sexual de su hermana Aurora (Ivana Baquero) en la red decide volver a España y retomar la relación con ella. Lo que parece un juego por parte de él, acabará convirtiéndose en un autodescubrimiento por parte la protagonista.
Dos protagonistas totalmente diferentes. Él rebelde, salvaje, con el placer como único medio de supervivencia y viviendo en un ambiente alejado de cualquier decoro. Ella responsable, formal, sensata y comedida con una madre sobreprotectora y un novio dominante. Dos personas en apariencia totalmente diferentes, que romperán las reglas para llevarnos a una historia de incesto donde la perversión es una asignatura pendiente. Con un maestro aplicado y una alumna sobresaliente.

Todo comienza con cuando Oliver coloca una cámara oculta en la habitación de la joven. A partir de ahí nada sucede como esperamos. Él ve en ella más que un límite que traspasar, ve rasgos de él mismo que le inquietan y atraen. Por otra parte ella está confusa, y apenas entiende qué es lo que le produce su hermano. No hay amor entre ellos, solo admiración, curiosidad, deseo y mucha perversión.
Pedro Aguilera arriesga y utiliza imagen 4:3 para hacer al espectador cómplice de la trama y que logre fijarse en lo que realmente importa, los protagonistas. Nos convertimos en “voyeurs” de la metamorfosis de Aurora. Queda claro con las escenas grabadas por cámara oculta, que nos recuerda a mirar por ojo de la mirilla o la cerradura de una puerta.
Pero no se queda ahí, también explora, y consigue hablarnos de la perversión a la luz del día. Haciendo que el resplandor diurno contraste con la oscuridad interna. Nos muestra que no es necesario escenas crudas para tratar el tema, y con belleza puedes llegar a un mismo fin.

La pareja protagonista lleva prácticamente por completo el peso interpretativo de la película. Ivana Baquero demuestra su talento interpretando con un personaje con una evolución pronunciada e inesperada. Por otra parte Julio Perillán también destaca en su interpretación de un hombre oscuro pero atrayente, que no se acobarda por las “buenas costumbres” y crea su propio código. Ambos logran sumergirnos dentro de la historia y sobre todo, de su relación.
«Demonios tus ojos» es una película de perversión, de liberación y de enseñanza. Donde el voyeurismo está en los mismos espectadores. Podía haber sido más atrevida, más impactante o haber desarrollado más la historia. Pero consigue su cometido mostrando a la luz del día lo más oscuro del ser humano.