“Cars 3 no decepcionará a los fans de la saga, lo cual no es poca cosa, pero tampoco logrará sorprenderles«
No cabe duda de que Pixar hace tiempo se gano su hueco entre las mejores productoras de cine. Convirtiendo la animación en algo respetable, destinado tanto a niños como adultos, y produciendo multitud de películas llenas de originalidad. Tanto era así, que en un Hollywood donde las secuelas son casi una obligación, consiguieron sobrevivir casi sin ninguna saga. Toy Story fue durante muchos años su única película continuada, pero incluso en ese caso era difícil acusarles. Pues la calidad de estas secuelas estaba fuera de toda duda.
Pero todo cambia. El dinero es el que manda, y parece que la tentación de apostar por lo seguro se ha adueñado de Pixar. Ya nos llegaron “Cars 2”, “monsters university” y “Buscando a Dory”, con resultados lejos de la calidad que se le presupone a esta compañía. Y, mientras en el horizonte vemos como se acercan “Los increibles 2” y “Toy Story 4”, llega a nuestras pantallas la tercera parte de la saga de Rayo McQueen.

En “Cars 3” volvemos a encontrarnos con nuestro coche de carreras favorito. Sin embargo, los años no pasan en balde, y parece ser que un nuevo corredor ha llegado para destronar a nuestro protagonista. Rayo tendrá que hacer frente a su declive, y empezar a plantearse si seguir corriendo, o retirarse mientras aún está en lo más alto.
Una reflexión sobre el inevitable paso del tiempo, frente al cual lo único que podemos hacer es decidir como afrontarlo. Una elección complicada, pero que puede marcar por completo el legado que dejamos a nuestro paso. Pues no son pocos los casos de estrellas que han llegado al ocaso de sus carreras, sin ser más que la sombra de lo que un día fueron.

Una idea interesante, y que la película refleja de muy buena manera. Ofreciendo varias conclusiones que sin duda resultan importantes. El problema es que, hasta llegar a dichas conclusiones, nos encontramos con una trama bastante floja y muy poco arriesgada. No decepcionará a los fans de la saga, lo cual no es poca cosa, pero tampoco logrará sorprenderles.
Al igual que Rayo McQueen, Pixar también ha llegado a un punto clave de su trayectoria en el que deberá tomar una decisión. Darle una retirada digna a sus mejores sagas, o intentar exprimir su nombre hasta que sea posible. De momento, la compañía de animación aún no ha llegado a salirse de la pista. Pero deberá esforzarse un poco más si quiere acabar en los primeros puestos en la próxima carrera.