Viendo el nuevo capítulo de Black Mirror 5×01: Striking Vipers recordé un artículo que leí recientemente donde se exponía hasta qué punto era más o menos fiel el que envía un mensaje de buenas noches todos los días a otra persona por la que tiene algún sentimiento oculto amoroso o el que se acuesta ocasionalmente con un desconocido por el que no siente absolutamente nada. La primera persona, si bien no había pasado a la acción, sí que había demostrado desarrollar sentimientos por otra, la segunda, había sido infiel estrictamente pero no había intimado más allá del placer carnal.
Es complejo estipular qué está permitido y qué no dentro de una relación. Pues a final de cuentas, cada pareja es única y son las personas implicadas las que deben marcar los límites. Pero en los casos expuestos, en los dos hay un engaño, por un lado sentimental y por el otro carnal. De esto precisamente habla el capítulo 5×01 de Black Mirror, que expone los límites de la fidelidad y abre la posibilidad de una nueva relación como nunca la habíamos visto, una relación entre avatares en un mundo virtual donde hay otro tipo de verdad que no llega a traspasar la pantalla.
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UNA NUEVA AMISTAD
Dany (Anthony Mackie) y Karl (Yahya Abdul-Mateen) son amigos desde hace muchos años. Pero su relación cambia cuando en un juego de realidad virtual de lucha en vez de usar la fuerza, usan la sensibilidad sensorial del aparato para mantener relaciones sexuales a través de sus avatares. Lo que comienza siendo un momento confuso se acaba convirtiendo en una obsesión para ellos hasta el punto de dudar de su propia sexualidad.
Dany y Karl tienen dos vidas completamente diferentes. Uno de ellos es un hombre de familia casado y con un hijo. Mientras que el otro es un soltero de oro que disfruta de su tiempo libre con ligues de una noche. Lo que hace Black mirror es exponernos dos puntos de vista completamente distintos para que observemos que lo que les sucede no está influido por la vida que les ha tocado o han elegido vivir, sino porque a veces la vida te sorprende y los entimientos fluyen como menos lo imaginabas.
Primero pensamos que puede ser el morbo de hacerlo con personajes de videojuegos. Pero Karl nos cuenta como lo ha intentado con cada avatar del juego, que lo ha hecho con hombres y mujeres y aún así no ha conseguido sentir lo que experimenta con su amigo. A priori pensamos que en verdad ambos están enamorados el uno del otro, que la sociedad les ha enfocado a la relación heterosexual, pero una vez despojados de esas cadenas han dado rienda suelta a sus sentimientos. Pero no. Cuando se besan en la vida real no sienten nada. Son son gays, no son bisexuales ni pansexuales. Son algo diferente, y tratar de etiquetarlo y entenderlo es el error. Porque no todo tiene que tener una etiqueta o explicación, a veces los sentimientos fluyen de formas inimaginables.
FUERA LAS ETIQUETAS
Esa manía que tenemos de tratar de etiquetar todo y poner nombres a los sentimientos lleva a la frustración de no saber lo que les está sucediendo. Cuando el único mal es engañar a su mujer. Ella sí es la verdadera víctima de la situación, perdida y confusa sin entender lo que le está sucediendo a su marido.
No sabemos si la solución que proponen es la mejor, pero al menos es un consenso sin engaños. El matrimonio acuerda cada año, por el cumpleaños de Danny, que Danny tengan un encuentro virtual en el juego con Karl mientras ella tiene un encuentro carnal con un desconocido. Un acuerdo con el que ambos parecen satisfechos, respondiendo solo ante ellos sin tener que dar explicaciones al resto.
CONCLUSIÓN BLACK MIRROR 5X01
Black Mirror 5×01 vuelve a hacer lo mismo de siempre. Usa tecnologías avanzadas para contarnos cómo los humanos nos relacionamos. Expone un caso único con realidad virtual de por medio, pero que se puede extrapolar a nuestro día a día y a las relaciones que se crean en internet.
Al final lo importante es no engañarse a uno mismo ni a los demás, que todo sea legal y que todos los interesados estén de acuerdo con lo acordado. No tenemos que tener miedo de lo que no entendemos, solo aprender a disfrutar con lo que podemos. El capítulo 5×01 de Black Mirror no es una distopía desesperanzadora, como suele ocurrir en la serie, sino una historia con final feliz y moraleja incluida.
