No hay duda de que, si hay algo que caracteriza a Juego de Tronos, son sus muertes. Tantas hay que resultaría imposible enumerarlas todas. Así que hemos decidido quedarnos con las diez que más nos afectaron al verlas.
AVISO: LAS IMÁGENES DE ESTE ARTÍCULO PERTENECEN A ESCENAS DE LAS MUERTES DE LOS PERSONAJES
Eddard Stark

Ha llovido mucho desde entonces, pero resulta imposible olvidar esta muerte. No solo marcó un antes y un después en la serie, sino que definió dos tendencias clave que luego se irían repitiendo en ella: nadie está a salvo y los novenos capítulos son la hostia.
Ned era, a nuestros ojos, el protagonista de la serie. El que pondría en su sitio a los Lannister, y demostraría que al final el honor se impone. Pero Juego de Tronos nos enseñó con su muerte que Hollywood nos tiene mal acostumbrados. Los buenos no siempre ganan, y la cabeza del líder Stark en una pica será un buen recordatorio de ello.
Khal Drogo

Uno de los mayores guerreros Dothraki que ha habido, y el causante de que Daenerys se convirtiese en Khalesi. Un personaje de presencia imponente, al que vimos enfrentarse a un miembro de su tribu por defender el honor de su mujer. Su rival le puso la cuchilla en el pecho, y el siguió adelante como si nada, infligiéndose una herida sin inmutarse lo más mínimo. Un auténtico tipo duro.
El problema es que posteriormente esa herida se le infectaría, y terminaría por causar su fallecimiento. Dando lugar a una de las muertes más estúpidas de toda la serie. E inaugurando otra bonita tradición de la serie: cuanto mejor guerrero eres, más estúpida es tu muerte.
Rose “La prostituta”

La conocimos siendo una humilde prostituta de Invernalia, y la vimos escalar y escalar, hasta llegar a ser una prostituta en el burdel de Meñique. La Champions League de las fulanas. Los premios Oscar del puterío. Todos queríamos a Rose.
Pero tuvo que llegar Joffrey. El enfermizo niño rata no pudo dejar su sadismo a un lado, y terminó comprándola para matarla a saetazos con su ballesta. Como si nos hicieran falta más motivos para odiarle.
La boda roja

Una vez superado el shock de la muerte de su padre, todos giramos la cabeza hacia el Robb Stark, confiando en que lograra la venganza que todos queríamos. Un gran líder, un excelente luchador, y un norte alzándose para ganar batalla tras batalla. Todo era maravilloso, volvíamos a sonreír.
¡ERROR! Esto es Juego de Tronos. Aquí nunca puedes encariñarte con nadie, porque va a morir. En este caso, además, lo hizo con una de las escenas más crueles que la serie ha tenido. Llevándose por delante al hijo, a la madre, a la mujer embarazada, al lobo y nuestras ilusiones.
Ygritte

La pelirroja salvaje que enseñó a Jon Nieve todo lo que sabe: nada. Todos vimos cómo surgía el amor entre ellos. Pero sabíamos que era algo imposible. Jon se marchó a caballo. Ygritte le clavó 3 flechas. La clásica ruptura.
Un tiempo después se encontrarían en el muro, en mitad de una sangrienta batalla. El tiempo parecía haberse detenido, hasta que el pequeño Olly acertó de lleno con su flecha en el cuerpo de Ygritte. No era la primera vez que un guardia de la noche se la clavaba, pero sería la más letal. La pelirroja se marcharía para siempre, no sin antes repetirle por vigésimo novena vez a Jon Nieve que no sabía nada.
Oberyn Martell

Lo conocimos nada más arrancar la cuarta temporada. Se pasaba la mitad del tiempo con prostitutas, y la otra mitad clavándole cuchillos a la gente. Era imposible no cogerle cariño enseguida. Razón por la cual, como no podía ser de otra forma, se lo cepillaron antes incluso de que les diera tiempo a sacarle un Funko.
Todos recordamos su combate contra La Montaña. El duelo parecía estar ganado, hasta que Oberyn se despistó, y la montaña aprovechó para derribarlo. Lo que acabaría por provocarle un dolor de cabeza que no se iría ni tomando sopa de ibuprofeno.
Shireen Baratheon

Todos nos encariñamos con esta pequeña. Una pobre niña enferma, pero llena de bondad. Siempre sonriente, y que enseñó a leer al caballero de la cebolla. Shireen era una buena niña, y por tanto no tenía sitio en el pozo de amargura que es Juego de Tronos.
Su muerte es, sin duda, una de las más duras de la serie. Y eso que no llegamos a verla en pantalla. Tan solo escuchamos sus desgarradores gritos, pero eso es más que suficiente para dejarnos a todos con mal cuerpo. Una escena que no deja a nadie indiferente.
Hodor

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Jon Nieve

Vale, no estaba muerto, estaba de parranda. Pero eso no quita que todos nos sorprendiéramos la primera vez que vimos su cuerpo desangrándose sobre la nieve. Traicionado por sus propios camaradas, incluido Olly, quien ya había matado previamente a Ygritte, ¿qué leches te pasa en la cabeza, Olly?
Sin embargo, todos sabemos que tras esto Jon se alzó de entre los muertos. Y se cobró su venganza colgando a todos lo que le habían traicionado. Dando como resultado una de las muertes que más nos alegraron de la serie.
Rickon Stark

El último Stark en morir. Hasta la fecha, eso sí. Pues no nos cabe ninguna duda de que alguno más veremos caer antes de que todo esto acabe. Al fin y al cabo, ya lo dijo George Martin, escritor de la saga: “Cada vez que un fan me pregunta cuándo sale el próximo libro, mato a un Stark”.
Su muerte fue cruel. Sobre todo, porque ocurrió justo cuando ya creíamos que el pequeño iba a salvarse. Pero al menos no tuvimos que esperar mucho para que fuese vengada. En ese mismo episodio, veríamos morir, por fin, al bastardo Ramsay.
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