Si eres como nosotros, seguramente la segunda temporada de Stranger Things no te ha durado demasiado. La famosa auto reproducción de Netflix, malvada culpable de interminables tardes en el sofá, unida al inigualable entretenimiento que supone esta serie, hacen casi imposible que nos dure más de unos días. El problema viene cuando los capítulos se acaban, y nos enfrentamos a la larga espera hasta que todas nuestras incógnitas se resuelvan.
Afortunadamente, esta nueva temporada ha llegado cargada de novedades y detalles que analizar. Nuevos personajes, nuevos enemigos y un universo mucho más amplio de lo que se intuía en su primera temporada. Sería imposible analizar toda la serie en un solo artículo, así que, para empezar, vamos a centrarnos en todo lo correspondiente a la trama principal.
Un universo expandido
La primera temporada de Stranger Things nos contaba una historia que, pese a su argumento, resultaba tremendamente cercana. Un pueblo pequeño, niños y adolescentes como protagonistas, y muchos elementos de nuestro pasado que nos hacían sentirla muy humana, pese a lo fantástico de su argumento.
Sin embargo, en esta segunda temporada, los hermanos Duffer han sabido aprovechar los buenos cimientos de su primera entrega para construir un relato mucho más grande. El demogorgon ya no es la mayor némesis, sino un simple súbdito al servicio de un mal mayor. Eleven no solo es más fuerte, también conocemos más de su pasado. Todo es más espectacular y más oscuro, pero conservando el encanto y la cercanía de sus personajes principales.
La búsqueda personal de Eleven
La vida no ha sido fácil para Eleven. Una adolescente con poderes, objeto de múltiples experimentos, que ha viajado entre planos para destruir al monstruo que asolaba Hawkins. Si a esto le unimos tener que vivir un año encerrada en una cabaña, alejada de los únicos amigos que has tenido en tu vida, lo que nos queda es una depresión que ni todos los gofres del mundo pueden curar.
Por eso esta ha sido una temporada de búsqueda y encuentro para ella. De búsqueda de su pasado, con ese viaje para conocer a su madre y aprender más de lo que le ocurrió de pequeña. Y de encuentro de su futuro, primero intentando rehacer su vida con una nueva banda, para posteriormente darse cuenta de que su verdadera familia son sus antiguos amigos.
Una banda que, por cierto, nos permitió conocer a Eight. Era lógico pensar que debían existir más personas como Eleven, y esta temporada nos ha permitido conocer algo más de ellas. La apuesta era arriesgada, y no ha sido del todo exitosa, pues hay que reconocer que el séptimo episodio es, probablemente, el más flojo de toda la serie. Pero la idea de conocer a más gente con poderes parece estar llena de posibilidades, y más si se tratan de habilidades tan interesantes como las visiones que Eight provocaba. Y es que estamos hablando de la capacidad de influir en la mente de las personas y provocar visiones a su antojo.
Además será la instructora de Eleven, a la que enseñará que centrándose en la ira y el odio fomentará su telequinesia. Aunque la verdadera lección se la acabará dando nuestra protagonista a la propia Eight, cuando deje su venganza personal y se vaya a ayudar a sus amigos cuando más la necesitan. Una prueba de que esta serie va de amistad, no de odio.
El Azotamentes
Pero sin duda donde más ha crecido la serie es en su enemigo. En la primera nos encontrábamos con el clásico argumento de “película de monstruo”, en la que, al estilo de “Alien” o “Tiburón”, algo intentaba matar a los protagonistas. El Demogorgon era el encargado de sembrar el terror, y la corporación secreta la responsable de provocar los ataques a través de sus experimentos
Ahora la escala se ha vuelto mucho mayor. El Azotamentes ha aparecido en escena. Un ente de otra dimensión cuyo propósito va mucho más allá de unos simples ataques; quiere conquistar todo el planeta. El Demogorgon pasará de único monstruo a manada depredadora, como ya ocurriera en la secuela de “Alien”, y la malvada corporación será un aliado más intentando contener al mal que acaban de descubrir.
Pero aún no sabemos mucho del Azotamentes. Sabemos que puede poseer a la gente, como hizo con el pequeño Will. Podía controlarle para averiguar cosas, o manipular los planes de los demás. Y también le hizo vomitar las babosas que dieron lugar a los “demoperros”. Sabemos que habita en “del revés”, pero que fue conquistando nuestra dimensión poco a poco a través de los misteriosos tuneles. Por último, sabemos dos de sus debilidades: El calor, e Eleven.
¿Qué esperamos la próxima temporada?
Al final de la segunda temporada vimos a Eleven desatar todo su poder, en la espectacular escena en la que lograba cerrar el portal a través del cual el Azotamentes entraba en nuestra dimensión. Will se libraba de la posesión, y la vida parecía volver a una feliz normalidad con la escena del baile de invierno.
Sin embargo, sabemos que todo esto está lejos de acabar. Gracias a esa maravillosa escena final en la que, tras sonar “I’ll be watching you”, podíamos ver al Azotamentes situarse sobre el edificio de la escuela en “del revés”. El enemigo aún vive, y tras haberle cerrado Eleven la puerta en las narices, no hay duda de que estará más enfadado que nunca.
Parece inevitable que el portal se abra de nuevo en las futuras temporadas. Y que tanto Eleven, como la organización que la “creó”, unan fuerzas para enfrentarse a la enorme amenaza. Quién sabe, quizás incluso veamos unir fuerzas a todos los “experimentos”, como Eleven y Eight, para enfrentarse cara a cara con el Azotamentes.
Lo único seguro, es que los creadores de Stranger Things nos han vuelto a traer una temporada cargada de diversión. Y que, mientras sigan haciéndolo, seguirá siendo la reina de las maratones seriefilas.
Os dejamos con nuestro podcast de las temporadas 1 y 2, donde analizamos la serie y contamos curiosidades y anécdotas. Además damos nuestras previsiones para el futuro:
También podéis leer el Resumen y Explicación de Stranger Things 3 (con spoilers)
