
El cine ha hecho de la inteligencia artificial un enemigo del hombre. Ya sea Skynet en Terminator, los replicantes de Blade Runner o las máquinas en Matrix. El mundo no está preparado para que ambos convivan sin que acabo surgiendo un conflicto entre ellos. Westword bebe de esa idea para desarrollar su trama. Pero a diferencia de lo que acostumbramos a ver, donde los humanos estamos amenazados por máquinas; la serie nos sitúa en un plano diferente. Son los humanos los que tienen prisioneros y abusan de los androides para su propia diversión y entretenimiento. Los «anfitriones» son tratados como jueguetes.
La violencia en los juegos está a la orden del día. Y eso es Westworld, un juego de rol con un realismo salvaje. Sin embargo, cuando vemos la serie, es difícil no empatizar con los «anfitriones». Y la duda surge, ¿qué haríamos nosotros en una situación así? «Westworld muestra quién eres realmente, sea eso bueno o malo». Esta frase no ha parado de citarse durante toda la temporada. Pero con el personaje de William vemos que el parque no es únicamente un lugar para liberar tus deseos más oscuros; sino que es capaz de transformar y cambiar a un hombre. Cuando el mundo cambia, la humanidad se transforma.

Nada en esta serie es casualidad. Y la ambientación no iba a ser menos. El lejano oeste es el escenario de este particular «parque de atracciones». Una tierra que fue usurpada a los anfitriones (indios) por los huéspedes (vaqueros). Y el maltrato y vejaciones que vemos en el parque temático no es muy diferente de lo que ocurrió en las colonizaciones. Estamos pues, ante un viejo recuerdo de algo que ya sucedió. Y ante una pregunta ya formulada. ¿A quién pertenece el mundo?
A pesar del atractivo de las cuestiones morales que trata a analizar la serie, no es lo único memorable en Westworld. La propia estructura argumental es digna de mención. Capítulo tras capítulo una imagen aparece en la pantalla, un laberinto. La serie es un laberinto en si misma. Uniendo dos lineas temporales que parecen una sola, para guiarnos hasta llegar al centro, a la aclaración. Y es que como bien indican en la serie, si desde el principio hubiésemos llegado al centro sin pasar por todos los demás caminos, no hubiésemos entendido por completo las implicaciones de la trama.

Todo en la historia nos conduce al capítulo final. Un capítulo que por la duración, una hora y media, podría tratarse de una película en si misma; pero que no es otra cosa que la culminación de una encrucijada de caminos. Las lineas temporales se unen, y es que ¿cómo diferencias la memoria cuando lo recuerdas todo tan nítido como el presente? ¿Qué es un sueño y qué no lo es?
El personaje que más nos ayuda a la hora de entender la serie es Dolores, interpretado por Evan Rachel Wood. Ella es nuestra guía a las entrañas de esta temporada. Su historia está partida en dos momentos destacados de su vida que entrelaza, y nos hace pensar que se trata de una misma historia. Y ahí está una de las claves del laberinto. LA MEMORIA. Cuando Dolores reconoce al viejo villano como su amado William, se da cuenta, al igual que el espectador, que se tratan de momentos diferentes de su vida. Pero aún queda otra clave, LA IMPROVISACIÓN. Y es en la escena en la que se sienta en frente de si misma, y descubre que la voz que había en su interior era en realidad la suya propia, cuando comprende qué está sucediendo. Y tras el camino recorrido donde la improvisación y la memoria la guiaban, llega al centro, a la consciencia, y se da cuenta de su propia existencia.

Anthony Hopkins finiquita la nueva trama; que empezó hace 35 años. Y nos muestra el parque como una escuela donde los androides aprenden a descifrarse a ellos mismos. Un duro entrenamiento hacia la consciencia que acaba con su propia muerte. Señal de que el mundo deja paso a unos nuevos huéspedes, y que nosotros no somos seremos más que visitantes en este mundo.
Westworld ha sido una revelación este año que bien podía terminar con el final que se ha dado; pero que continuará con una segunda temporada de la que aún no tenemos ningún dato. Lo que está claro es que nos ha dejado un muy buen sabor de boca. HBO tiene una digna sucesora para suplir el vacío que dejará «Juego de Tronos».
1 comentario en «Análisis 1º Temporada Westworld (Spoiler)»
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