El análisis y crítica de X-Men: Fénix Oscura (Dark Phoenix) contiene spoilers
Sabemos que Disney ha comprado Fox y por lo tanto ha metido en el saco de sus futuros proyectos a los X-Men. Pero para empezar una nueva saga primero había que clausurar la Nueva Generación de mutantes. Así es como la cuarta película ha servido de cierre para un universo que ha ido de más a menos con cada nueva entrega. Ni tener un reparto de lujo, con buenos y reconocidos actores les ha servido para ensalzar el final. Al revés, parece que se querían quitar el marrón de en medio. Pero lo que han conseguido es pasarnos el marrón a los fans de X-Men, que hemos visto desparecer la chispa de Primer Generación con cada nueva película.
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JANE GREY, DE NUEVO UNA BOMBA INCONTROLABLE
Las dos últimas películas de las sagas de X-Men tienen dos cosas en común. El mismo director y la misma trama. Bueno, mejor dicho tres, si incluimos la decepción.
Jane Grey (Sophie Turner) se convierte en el Fénix Oscuro y por lo tanto, en la persona más poderosa jamás vista, una que tras absorber la energía primogenia del universo se vuelve letal. Como una bomba de energía incontrolable a punto de estallar.
Han querido que esa inestabilidad que haga peligrar todo cuanto toca Jane Grey venga influido por un trauma familia: su padre sigue vivo pero renunció a ella al considerarla culpable de la muerte de su mujer. Un duro golpe que la vuelve fuera de control hasta el punto de ser una amenaza para sus propios amigos y familia, matando incluso a Raven (Jennifer Lawrence quería dejar el proyecto antes de haberlo empezado).
JESSICA CHASTAIN, LA VILLANA ALBINA
Pero Jane Grey no podía ser la villana, por eso tenían que meter una amenaza mayor sin sentimientos ni escrúpulos: Vuk (Jessica Chastain). Se trata de la líder de un raza alienígena que tras perder su planeta por culpa de la energía primigenia piensa que la Tierra puede ser el lugar ideal para empezar de nuevo. Aunque de esa especie alienígena quitando a Chastain, el resto son figurantes con muchos más músculos que frases.
Así es como Vuk tratan de convencer a Jane Grey de usar la energía para cambiar el universo. Aunque en sus verdaderos planes está extinguir la raza humana y quedarse con nuestro planeta (parece que aún o se han enterado de lo del cambo climático y de que seguramente tengan más posibilidades de sobrevivir en Marte en unos cincuenta años).
Pero todo es una excusa para que sea Jane Grey la heroína que se sacrifique por le bien de la humanidad, renaciendo como un fénix etéreo que se mueve por el cielo como si de una cometa a pilas se tratara.
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LO QUE PUDO SER Y NO FUE
Es una pena que una saga que comenzó tan bien haya acabado de una forma tan descafeinada. Y eso que tenía a Sophie Turner, Jessica Chastain, James MvAvoy y Michael Fassbender para haber conseguido una muy memorable clausura. Pero el guion es tan predecible como falto de espíritu. Da la sensación de que querían quitarse el proyecto del medio y no han puesto ni esfuerzo ni pasión en darle una profundidad a la historia ni a los personajes.
De hecho, todo el trauma de Jane Grey está cogido con pinzas. Y muy desacertados los continuos flashbacks, usados constantemente para remarcar una tragedia mal digerida.
Menos sentido tiene el momento en el que Magneto y Bestia tratan de matar a Jane Grey, cuando vimos que la muerte de Raven era más un accidente que un asesinato. Tampoco el papel del profesor Xavier está bien logrado. Ahora quieren que lo veamos como un fracasado que toma malas decisiones sin asumir responsabilidad. Y su final con jubilación anticipada y partida de ajedrez con Magneto no le beneficia. ¿Dónde queda la amistad-rivalidad que en verdad era una excusa para hacer una crítica al racismo? ¿Dónde quedan los dilemas morales de X-Men?
CONCLUSIÓN X-MEN: FÉNIX OSCURA
Es una auténtica pena que Dark Phoenix haya acabado como lo ha hecho. Es una pena que no los X-Men no hayan demostrado que hay espíritu de superhéroe fuera de Disney. Y también que la esencia de los mutantes se haya evaporado sin una buena conclusión.
Sabemos que aún hay camino por explorar para los X-Men y que renacerán de nuevo bajo otra compañía, pero también sabemos que Disney nunca arriesga y que la única opción de sorprender se ha esfumado.
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