“’El Bar’ es una película divertida, alocada, agobiante, llena de contrastes y con el instinto de supervivencia como principal protagonista»
‘El café de Rick’ en Casablanca, ‘La teta enroscada’ de Abierto hasta el amanecer o, el mítico ‘Jack Rabbit Slims’ en Pulp Fiction. Películas de géneros, épocas y estilos muy diferentes; pero todas tienen un bar que las caracteriza. Y es que los bares no solo son platos de rodaje para el cine, son fuentes de inspiración donde historias cotidianas pueden dar lugar a grandes ideas. El mismo Alex de la Iglesia, reconoce que ‘El Bar’ es fruto de una anécdota una mañana desayunando en “El Palentino”, cuando un sin techo borracho entró gritando en el local.
El director español vuelve a ponerse tras la cámara en esta película coral con personajes muy variopintos, donde la trama transcurre dentro de un bar. Comienza con un disparo y la muerte de un hombre a las puertas del local. Ante tal suceso unos cuantos clientes se encierran por miedo a ser disparados si ponen un pie en la calle.El desconcierto de los protagonistas se une al del público y las sospechas, los rencores, los prejuicios y el propio instinto de supervivencia aparecen de forma tan salvaje como divertida.

Un hipster, una pija, un camarero, un vagabundo y una ludópata serán los protagonistas de esta amarga lucha por la supervivencia. Todos caricaturas de la sociedad española actual, donde clases sociales y culturales diferentes se encuentran atrapados en una situación extrema. “Cuando la vida está en juego, las clases sociales no importan”. La crítica a los medios de comunicación también es patente, siendo la televisión el enemigo en la sombra.
Una película estructurada y repartida en tres partes, que nos llevan a las zonas más oscuras y siniestras del propio ser humano. Y es que, ¿hasta dónde serías capaz de llegar si tu vida corriese peligro? ¿Actuaríamos como valientes o cobardes? A través de los personajes vemos el instinto de supervivencia florecer. Aquí no hay héroes ni villanos, sólo vivos o muertos.
Si bien la primera parte de ‘El Bar’ es la más original y atractiva, se disfruta de principio a fin, resultando entretenida en todo momento. Vuelve el Alex de la Iglesia más trepidante, con una comedia negra donde las situaciones ridículas e incómodas se entremezclan como marca de la casa.

En un reparto correcto y sobre todo reconocido como Mario Casas, Carmen Machi o Blanca Suárez; destaca Jaime Odoñez haciendo de Israel. El vagabundo loco y borracho es sin duda la estrella del largometraje. Con una caracterización que lo aleja por completo del actor, y una actuación tan complicada como brillante. Con la biblia por diálogos, la cordura como ilusión y un físico sorprendente, Jaime nos obsequia con los mejores momentos de la producción.
‘El Bar’ es una película de contrastes, como sus propios personajes, y un reencuentro con el mejor cine de Alex de la Iglesia. Divertida, alocada, agobiante y con un final acorde al resto de la trama que nos trae una visión pesimista de la sociedad. Una película destinada a los aficionados del director bilbaíno , y por qué no, también para los aficionados a los bares más castizos y tradicionales. Y recordad, la próxima ronda se sirve en el cine.