Una vida a lo grande es una película gigante que demuestra que vivimos aislados de lo que supera nuestro límites y que arriesgar solo depende de nosotros mismos.
¿Os plantearíais reduciros hasta los 10 centímetros por el bien del planeta? ¿Y si con ello consiguierais llevar una vida a lo grande, dejando de preocuparos del dinero para siempre? Este dilema nos plantea Alexander Payne con su nueva película, demostrando finalmente que en verdad el tamaño no importa.
Paul (Matt Damon) está felizmente casado con Audrey (Kristen Wiig) , pero los problemas económicos y la imposibilidad de mejorar su situación financiera, le lleva a plantearse someterse al nuevo experimento científico que está triunfando en la humanidad. Reducirse hasta un tamaño de 10 centímetros y así conseguir llevar la vida de lujo que tanto ansía. Pero pronto comprobará que esa vida de cuento no era tan fantástica como la vendían en los anuncios publicitarios.
La película comienza con un toque desenfadado y cómico manejando el problema como si de un juego se tratara. Gente pequeña hablando con altavoz y viviendo en casas de muñecas. Diminutas personas que necesitan los dos brazos para trasportar una simple flor o a los que una lata de cerveza les dura todo un año. Pero cuando la introducción termina, comienza una exploración hacia la naturaleza humana, obligándonos a salir de nuestra burbuja de bienestar para descubrir todo lo que se esconde tras nuestro hábitat natural.
La película habla de capitalismo, de comunismo, del ser humano como individuo y como colectivo, habla de clases sociales y de problemas reales. Habla de nuestra extinción y nuestra salvación. Habla de todo lo que deberíamos saber y aprender pero preferimos seguir encerrados en nuestra ignorancia. Y esa evolución y percepción se observa en el propio Paul ,cuya vida da un giro de 180 grados y no es precisamente por el hecho de hacerse pequeño, sino por traspasar sus propias barreras de conocimiento.
Sabemos Alexander Payne no nos ha traído la misma película de siempre cuando nos damos cuenta quienes protagonizan en verdad la película, no adaptándose a las reglas . Irritantes, ridículos, parodias andantes y torpes protagonistas que encajan más con las personas que conocemos en la vida diaria que con las estrellas de Hollywood que nos muestran en los blockbusters triunfales.
Una vida a lo grande es una película gigante que retrata nuestra condición humana a través de un descubrimiento científico que parte con la idea de cambiar todo pero que se estropea cuando el egoísmo hace presencia. Una forma de demostrar que vivimos aislados de lo que supera nuestro límites y que arriesgar solo depende de nosotros mismos.
