Crítica de «Silencio» [Silence]

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La fe es un tema que, dado su carácter personal, resulta muy difícil de trasladar a la gran pantalla. Son muchas las veces que en el mundo del cine se ha intentado reflejar este concepto. Sin embargo, los resultados no siempre han sido satisfactorios. Y es que un tema tan complejo requiere de alguien con mucho talento para dar buenos frutos. Por suerte, Martin Scorsese tiene talento, y de sobra.

La cinta nos sitúa en el Japón de los tiempos del sakoku, cuando el país estaba completamente cerrado a influencias del exterior. Dos jóvenes misioneros jesuitas viajaran hasta allí en secreto, con el propósito de descubrir qué fue de su mentor. En su camino, sentirán en primera persona las atrocidades que allí se cometen contra los cristianos.

-Señol Spidelman, salve a mi familia – Hoy la salvará Jesús

Silencio” es una película que logra contar y transmitir todo aquello que se propone. Nos hace conectar con la historia independientemente de nuestras creencias. Sin intentar adoctrinar, ni dictar sentencia, se presenta tan llena de dudas como de matices. Planteándonos más preguntas que respuestas para, ante todo, invitar a la reflexión.

Sin embargo, pese a no pretender posicionarse de ninguna manera, si que nos deja varias reflexiones interesantes. Nos habla de una fe más pura y humana; que se aleja de los ornamentos y de los iconos, para adentrarse en lo personal. Y que invita a abandonar el lastre de los rituales exteriores, y aboga por la creencia interior como la fe verdaderamente importante.

Pero, por encima de todo, lo que más destaca es su habilidad para lograr hacernos empatizar con unos sentimientos tan únicos y personales como son los religiosos. Y es que la película va mas allá de la simple creencia, y se centra en la fuerza de los valores y convicciones de cada individuo. Ofreciendo un análisis muy interesante sobre el comportamiento humano. Sobre donde están los límites de nuestras creencias, y como varían éstas de unos a otros.

Un dos tres al escondite inglés…

Todos estos mensajes serían imposibles de transmitir si el relato no fuese creíble. De ahí la importancia de las buenas interpretaciones que realiza todo el reparto. En especial la de su protagonista, Andrew Garfield, con una actuación que bien puede valerle una nominación para el “Oscar” de este año.

Silencio” no es perfecta. Sus casi 3 horas de metraje se hacen, a ratos, excesivas. Y su ritmo resulta algo irregular, debido a la redundancia de alguna de sus secuencias. Sin embargo, es tanta la fuerza de sus virtudes, que no nos queda más remedio que perdonarle sus pecados, y aceptarla como la gran obra que es.

 

puntuación de 4 sobre 5

Foto del autor
La Claqueta Metálica

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