‘Noche de juegos’ reúne las piezas esenciales para divertirnos, llevándonos de casilla en casilla en una noche donde las sorpresas no paran de llegar.
¿A quién no le gusta una noche de juegos en la que poder dar una paliza a tus amigos llevándolos a tu terreno, y de paso convertirla en una excusa perfecta para inflarte a nachos y a alcohol? La noche de juegos es una tradición donde sacar del armario el Scrabble, Time’s up, Trivial o incluso Monopoly si no tienes planes en una semana, y hacer de la rivalidad entre colegas una bonita excusa para juntarte con la gente a la que aprecias.
Con ‘Noche de juegos’ disfrutamos de una velada desenfadada con un grupo de amigos liderado por Max (Jason Bateman)y Annie (Rachel McAdams), habituales anfitriones en las ceremonias más ludópatas del barrio. Pero una noche, el hermano millonario de Max aparece, y les promete una experiencia de infarto, jugando a un juego muy real con secuestro y asesinato incluido. El problema es que el juego acaba tomando unos tintes tan peligrosos que acabas dudando de qué es verdad y qué no. No todos los juegos son divertidos, y jugarse la vida es un sacrificio demasiado grande para una noche, incluso si hay un cochazo como premio.
Si la sinopsis os suena de algo, quizás sea porque Michael Douglas ya participó en un juego parecido en la conocida ‘The game‘. Podemos pensar que estamos ante una reinterpretación de la película de 1997, pero en un ambiente más distendido y menos serio, con personajes bastante más torpes e ingenuos. Cada dúo participante forma una relación divertida, que va desde la pareja cómplice y crédula, a la que pasa su pequeña crisis tras toda una vida juntos, y la que acaba de conocerse pero que inevitablemente la química los delata. Todos acaban formando equipo en una partida que parece no tener salida, pero con muchos comodines en forma de humor.
A los divertidos gags se le unen chistes actuales y referencias conocidas influidas por la cultura popular. Películas, actores, temas de actualidad e incluso política. A esto añadir que los secundarios no son elegidos al azar, solo hay que darse cuenta de quiénes son y qué hacen ahí, y jugar al ‘quién es quién’ a tamaño real.
Pero el mejor personajes, además sin ninguna duda, es el vecino y no-amigo Gary (Jesse Plemons). Un sociópata deseando acudir a una noche de juegos donde no es invitado. La ex pareja pesada de tu amiga, que cuando se divorcian te alegras por no tener que volver a meterlo en tu casa, pero que si vive en la acera de al lado, tendrás que evitar mostrar con sonrisa forzada, no solo lo mal que te cae, sino el miedo que te da, mientras esquivas que entre en tu terreno de juego.
Por todas estas razones ‘Noche de juegos’ reúne las piezas esenciales para divertir, llevándonos de casilla en casilla en una noche donde las sorpresas no paran de llegar . Una chorrada ocurrente que deja un hueco para la acción, las situaciones surrealistas, los momentos disparatados y la duda de qué es realidad y que es ficción, en un tablero en el que disfrutamos hasta el final.
