‘Escape room’ es un thriller demasiado formal como para enganchar plenamente.
Una habitación cerrada a plena vista, decorada y ambientada con todo lujos de detalles y plagada de puzles, misterios y acertijos donde un grupo de personas se encierra con una única misión: encontrar la salida antes de que el tiempo acabe. Así son las ‘Escape Room‘, juegos iterativos en los que te introduces de lleno en la aventura ideando la forma de escapar de ella. Un fenómeno que cada vez más personas contratan en su tiempo libre para pasar un buen rato. Por eso no es de extrañar que se haya dado luz verde a una película ambientada en el juego, invitando así a los espectadores a participar, aunque en esta ocasión, desde el otro lado del cristal.
‘Escape Room‘ reúne a un grupo de extraños, aparentemente con nada en común, para participar en un juego de escapismo atraídos por un jugosos premio de 10.000 dólares con la condición de que logren superar todas las pruebas y escapar de la sala antes de que se les acabe el tiempo. Pero lo que empieza siendo una divertida forma de pasar la tarde, acaba convirtiéndose en una misión de vida o muerte donde encontrar la salida es además el único camino para seguir con vida.
Si pensamos en la premisa: un grupo de personas encerrados en una habitación teniendo que resolver acertijos para escapar con vida, nos vienen a la mente sagas como Cube o Saw. Pero Escape Room se aleja de la parte gore, sangrienta y violenta de las otras películas para centrarse en la ambientación y en el juego. Con puzles que no son ni tan ingeniosos ni originales como esperábamos, pero con escenarios espectaculares que acaban robando todo el protagonismo.
La película está ideada prácticamente para todos los públicos, no se recrea con la violencia ni se centra en las muertes. Sino que saca a los jugadores que pierden como fichas de una partida.Es un entretenimiento pueril con menos tensión y terror del que imaginábamos, aunque con el aliciente de seguir descubriendo pistas y resolviendo acertijos.
En el reparto no encontramos caras demasiado familiares. Quizás sea Deborah Ann Woll la más destacable, a la que conocimos en True Blood y vimos recientemente en DareDevil. Tampoco sera esta película la que nos ayude a reconocerlos en el futuro. Ninguno destaca por su papel, aunque para ser justos, tampoco desentonan en una película que no les exige demasiado. Simplemente se camuflan detrás del decorado y dejan que sean las habitaciones las verdaderas protagonistas.
‘Escape room‘ es un thriller demasiado correcto y formal como para enganchar plenamente. Aún así logra entretener durante hora y media y guiarnos por cada escenario sin saber muy bien quién será el siguiente en dejar la partida. Hubiésemos disfrutados con más tensión y terror, con más sangre y brutalidad, pero al fin y al cabo, nosotros no escribimos las reglas del juego y solo podemos ceñirnos a lo que está escrito.
