Tras una primera temporada fascinante, esperábamos con ganas la segunda entrega de Channel Zero, la serie de terror de Syfy que tiene en cada nueva ‘season’ un creepy pasta distinto que explorar. La primera tuvo Candle Cove como título y nos trajo una leyenda que circulaba por internet, sobre un programa infantil de piratas que sólo los niños podían ver. Los adultos aseguraban que los más pequeños se plantaban frente a la estática de la televisión durante horas y se quedaban prácticamente hipnotizados. Tiempo más tarde se descubrió que la famosa página 4Chan estaba detrás de tanto misterio.
‘Channel Zero: Candle Cove’ sorprendió sobre todo por su narración pausada, el desorden cronológico pero entendible de su trama y por el muñeco lleno de dientes que se convirtió en un icono tras su primera aparición, un auténtico sueño para el ratoncito Pérez. Terror psicológico en estado puro y una música de fondo suave y perturbadora para acompañar imágenes magnéticas. Además logró un cierre perfecto, convirtiéndose en una revelación cuando American Horror Story se había transformado ya en un chiste sin gracia.
Esta segunda entrega nos trae una casa ‘sin salida’, donde tras entrar, el reto consiste en superar una serie de pruebas dispuestas a lo largo de seis habitaciones. Y solo una vez superadas todas, podrás finalmente abandonar la casa. Pero el verdadero reto en la mansión parece ser la sexta y última habitación, destinada a los miedos más arraigados y a los demonios internos. La premisa en sin lugar a dudas prometedora, y da juego para explorar un sin fin de posibilidades.
A pesar de un comienzo atractivo, los primeros capítulos se hacen repetitivos y la trama parece estancada. Los personajes no avanzan, están bloqueados y no sucede prácticamente nada. Es posible que esté hecho a propósito, dejando al propio espectador perdido como si de un laberinto se tratara. Pero esperamos que en las próximas semanas se pongan las pilas y la acción tenga más presencia, porque únicamente tiene seis capítulos y aún no ha logrado engancharnos.
Además los protagonistas no acaban de convencernos. Cuatro adolescentes con poco carisma y relaciones superficiales . El mayor acierto es la presencia de John Carroll Lynch, al que parece que los papeles siniestros y perturbadores se le dan de vicio. De hecho, es el actor que se encuentra tras el personaje de Twisty, el aterrador y demacrado payaso de American Horror Story que se ha convertido en una marca de identidad de la serie.
‘Channel Zero: No End House’ partía con la ventaja de tener una predecesora que nos había dejado con ganas de más; pero también con las expectativas tan altas que eran difícil de superar. Syfy ha prometido que seguirá trayéndonos más creepypastas, cada temporada independiente de la anterior, así que aunque ‘The End House’ suponga un paso atrás, la tercera entrega puede volver con la fuerza y la habilidad con la que nos encandiló ‘Candle Cove’. De momento seguiremos viendo la serie hasta su final, esperando que sepa direccionarse, y al igual que los protagonistas, consiga superar el reto y abrir la sexta puerta a la audiencia.
