“Lo único que consigue ‘Alien: Covenant’ es ser en un buen recuerdo en sus mejores escenas, y un producto fallido en las peores.»
Hace ya casi 40 años desde que Riddley Scott nos presentó su ‘Alien’. Una criatura monstruosa diseñada para poder sobrevivir en cualquier tipo de hábitat, especialmente en las pesadillas de los espectadores. Con él no solo daría comienzo una de las sagas más famosas de la historia del cine. Sino que, además, el xenomorfo se ganaría por méritos propios un hueco en el olimpo del terror.
Ahora es el turno para ‘Alien: Covenant’, el nuevo capítulo de la saga que supone la continuación de la infame ‘Prometheus’. En este caso, la historia nos sitúa en la ‘Covenant’, una nave cargada de colonos criogenizados, que se dirige hacía un lejano planeta para crear allí una base habitable. Sin embargo, un accidente durante su viaje provocará ciertos daños en la nave. Obligando a la tripulación a decidir si seguir con su trayectoria original, o probar suerte en un planeta más cercano aunque desconocido.
Ridley Scott parece confirmar en esta nueva entrega su completa desconexión con la saga. Entregándonos una película que, en lugar de una obra del creador original, parece ser el producto de un director novato que no ha sabido entender el material que tenía entre sus manos.
La asfixiante atmósfera de terror que caracterizó ‘Alien’ se pierde por completo en ‘Alien covenant’. Al resultar incapaz de generar el ambiente adecuado, debido a sus múltiples y fallidos intentos de resultar trascendental. Con una historia cargada de momentos en los que la trama y la acción se detienen por completo, para ofrecernos reflexiones filosóficas que, en lugar de conmover, provocan cierta vergüenza ajena.
Sin embargo, cuando la película abandona la intención de trascender y se limita al puro entretenimiento, consigue ofrecer lo mejor de sí misma. Con un apartado técnico que , como es normal en este tipo de producciones, resulta indudablemente espectacular. Y con algunas secuencias que consiguen recordarnos a los inicios de la saga.
Desgraciadamente, ‘Alien: Covenant’ se queda tan solo en eso; un buen recuerdo en sus mejores escenas, y un producto fallido en las peores. Ofreciendo, en conjunto, una película demasiado desigual para resultar completamente satisfactoria. Después de todo, parece que nunca habrá nadie como ‘el octavo pasajero’ para demostrar que en el espacio nadie puede oír tus gritos.
