Si en el tercer capítulo pudimos ver la esencia de la serie, este último ha sido 100% Juego de Tronos. Un capítulo de reencuentros, con los Starks haciendo piña, la relación de Jon y Daenerys creciendo cada día, y con la batalla que todos esperábamos. Aquella en la que un dragón es el protagonista.
Además nos ha dejado con unas ganas tremendas de ver el desenlace de Jaime, que acababa un poco hundido al final del capítulo. Y por supuesto, necesitamos más dragones y batallas.
Os dejamos con el avance del próximo episodio, que como siempre, saldrá la madrugada del lunes (siempre que no se filtre antes). Y atentos, porque el dragón habrá arrasado todo en llamas, pero Bran parece que por fin despliega sus dotes.