Una de las películas que ha creado más debate en estos días se trata de ‘Mother!’ o ‘Madre!’ en España, el nuevo largometraje de Darren Aronofsky (‘El cisne negro’, ‘Requiem por un sueño’) que ha llegado para no pasar indiferente en cartelera. Con dos actores que invitan a llenar las salas de cine como son Jennifer Lawrence y Javier Bardem, ‘Mother!’ se ha vendido como un thriller psicológico de miedo, pero sin duda la obra va mucho más allá de una premisa simplista, para convertirse en una compleja metáfora donde cada detalle cumple su misión.
Y SE HIZO LA LUZ
Pues efectivamente, ‘Mother!’ lleva al cine el libro más leído de todos los tiempo, la misma Biblia. Desde el origen al apocalipsis, deteniéndose en cada suceso de antiguo y nuevo testamento para llegar hasta nuestros días. Vemos la llegada de Adán al mundo, interpretado por Ed Harris, haciéndose íntimo amigo de Dios, Javier Bardem. Observamos que tras una noche de copas en la que Adán tiene una sospecha herida en su costado, una mujer aparece a la mañana siguiente ,Eva (Michelle Pfeiffer). La cual llena de lujuria y picardía, toma la manzana prohibida y la rompe. Momento en el que Dios tapia el propio paraíso y les expulsa del edén. Por no olvidar la muerte de Abel a manos de Caín, dos hermanos envenenados por las riñas y envidias que acaba saldándose con la muerte de uno de ellos.
También observamos como poco después el mundo empieza a masificarse, llenándose el hogar de extraños hasta el punto que destruyen parte de la casa, inundando la propia cocina. Una clara referencia al arca de Noé. La ira de Dios aparece expulsando a los intrusos de la morada. Pero tras un periodo de tranquilidad, Bardem escribe un libro que inspira a miles de personas. Los cuales comienzan a ir en su busca. Y así es como la religión sirve de guía y Dios se convierte en un ser admirado y venerado, ‘el poeta’ de la vida.
Y cuando parece quede nuevo la tranquilidad llega al hogar, momento en en el que la pareja formada por Jennifer Lawrence y Bardem aprovechan para agrandar la familia. De un día a otro la casa vuelve a estar llena de gente, entre personas que quieren a Dios muerto y aquellos que le protegen. El fanatismo ha llegado, las religiones buscan a su propio salvador. Y Dios, entrega a su único hijo a los hombres, los cuales lo despedazan y se comen su carne y beben su sangre (escena muy explícita en la película). Y la gente enloquece; llegan hambrunas, guerras, masificación, odio y miedo. Sensaciones bien trasmitidas con escenas que generan tensión y angustia. Finalmente el apocalipsis borra todo rastro de la humanidad conocida.
YO SOY LA MADRE!
Todo lo que hemos contado anteriormente se corresponde a lo que aparece en La Biblia. ¿Pero entonces quién es Jennifer Lawrence en la historia? ¿Y por qué se convierte en la protagonista de la película si en el libro no aparece? Como bien dice la misma Lawrence, ¡Yo soy la madre!. Ella representa a la naturaleza, la verdadera creadora de vida y la que engendradora de todo lo que conocemos.Y sin embargo, es la gran olvidada de la historia. La torturada, maltratada, asfixiada por nuestro propio egoísmo y codicia.
En un principio observamos como su hogar comienza a ser ocupado, sin pedir permiso y sin ninguna consideración. La Tierra expropiada por desconocidos, que la maltratan y la desgastan. Y la propia naturaleza se siente descolocada ante lo que sucede en su propio hogar. Vemos como con Adán y Eva se siente incómoda, con Caín y Abel asustada, con la superpoblación agobiada y con la inundación aliviada hasta para el punto de engendrar un hijo propio. Pero comienza la decadencia de nuevo: las guerras, la hambruna y terrorismo en su propio hogar, en el paraíso que había construido. Como una madre a la que le han quitado su bien más preciado, la naturaleza se auto destruye provocando el propio apocalipsis. Y todo lo conocido explota como un volcán lleno de ira.
LA NATURALEZA SE ABRE CAMINO
La película comienza exactamente como termina. Dios pone el corazón de la Tierra en el hogar destruido y todo empieza a brotar de nuevo. La vida vuelve a surgir en medio de la muerte. Pero podemos observar que la actriz que interpreta a la madre ya no se trata de Jennifer Lawrence, sino de otra joven que se vuelve a despertar en la cama conyugal. Y es que hasta ahí Aronofsky nos da una lección de talento, mostrando una naturaleza cambiante, que se transforma y que resurge abriéndose camino. Pero que nunca será exactamente igual. Mientras que Dios se mantiene perenne, dando lugar a la vida una y otra vez como un poeta que se dedica a observar lo que la naturaleza crea y engendra.
