‘HOGAR’ de Netflix: Análisis y explicación del final con spoilers

‘Hogar’ es una muestra más de que Netflix no para de insistir que nos quedamos en casa con película que parecen mensajes subliminales. Si hace unos días estrenaba El Hoyo, ahora directamente lo hace con HOGAR. Pero es que en tiempo de pandemias, tener una casa grande soluciona muchos problemas, y eso es precisamente lo que piensa el protagonista de la nueva película de los hermanos Pastor, capaz de hacer cualquier cosa por unos m2 de más.

Argumento y resumen de ‘HOGAR’

Hogar nos presenta a Javier Muñoz (Javier Gutierrez) un ejecutivo en paro que no encuentra trabajo dentro de su especialidad: la publicidad. Y su nueva economía no le permite seguir llevando el estilo de vida al que estaba acostumbrado. Pero él, obsesionado con lo que ha perdido, comienza a acechar a la nueva familia que alquila su antiguo piso de lujo: un matrimonio con una niña que está pasando una crisis debido a los problemas de alcoholemia de él.

Javier ve la oportunidad de volver a tener su antiguo estilo de vida y elabora un plan sin importarle los años colaterales que deje a su paso. Porque su hogar no está donde se encuentre su familia, sino en la casa con las mejores vistas.

Javier Gutierrez en 'Hogar'
Imagen de ‘HOGAR’

‘HOGAR’, dulce ‘HOGAR’

En HOGAR estamos ante un protagonista que funciona a su vez de antagonista, aunque al principio no somos conscientes de lo despreciable que es, e incluso sentimos lástima por él: un padre de familia sin trabajo que no consiguen que lo contraten por su edad y que parece haberse quedado anticuado en su  profesión. Pero en seguida comienza a mostrar su propia naturaleza dejando ver de la pasta que está hecho. Y no es una pasta que nos gustaría tener cerca.

Lo primero que hay que entender de Javier es que todo lo hace por él mismo y por su propio beneficio. Ni siquiera piensa en su familia. De hecho, esa presión por el descenso social no afecta a su mujer e hijo, los cuales aceptan de buen grado el cambio en sus vidas. Pero es él el que se niega a ser un pelele más, por lo que decide hace todo cuanto esté en su mano para cambiar las cosas, cueste lo que cueste. Así es como acaba llevando a cabo su famoso plan.

Pan para hoy, plan para mañana

Javier está tan obsesionado con su antigua vida que decide ir de visita a su anterior piso del que aún conserva las llaves. Se da cuenta de todo lo que ha perdido y se obsesiona hasta el punto de querer conocer al nuevo dueño: Tomás (Mario Casas), un ejecutivo de una empresa de transportes con mujer e hija y con problemas de alcohol. Entonces Javier decide usar esa debilidad para tramar un plan por el que recuperar su antigua vida, sin importarle los daños colaterales que conlleven el asunto.

El plan es sencillo, meterse en la vida de Tomás, hacerse su amigo, conocer a su familia, engañarlo, hacer que recaiga en la bebida, matarlo y finalmente ocupar su lugar. Todo claro, con las cosas planeadas para que no le relacionen con tal atrocidad y dejando los hilos bien atados.

Imagen de 'HOGAR' con Javier Gutierrez
Imagen de ‘HOGAR’

Para poder disfrutar de la película plenamente hay que hacer más de un acto de fe y creer que las cosas suceden según lo planeado a pesar de lo ilógico que resulta. Y es que el plan del protagonista no es tan brillante como nos lo pintan; si sale adelante es porque al fin y al cabo se trata de una película donde los guionistas fuerzan las situaciones.

Estamos hablando de que un hombre mata a otro manipulando un recoge-hojas y haciéndolo parecer un accidente. El mismo que mata a uno más manipulando un spray anti-violadores con esencia de cacahuete; todo con la convicción de que la mujer use el spray contra su marido y con la esperanza de que muera en el acto sin tener cerca antiestamínicos que tomar o un hospital al que ir. Y bueno, ya en última instancia, cofia en que la viuda lo acepte como nuevo marido y que su pasado no interceda.

El guion es una coreografía guiada que nos venden como el único camino lógico cuando en verdad es todo lo contrario. Por eso la única forma de disfrutarla es creer que todo lo que sucede es posible y que la suerte acompaña a nuestro hombre de la mano.

El final del Hogar

Quizás la parte más interesante de la película sea el final. Y es interesante porque precisamente el que gana la batalla es el villano, y además lo hace quedando como un héroe. Javier no solo ha logrado volver a su estatus social, sino que además lo ha mejorado: su nuevo suegro es millonario, tiene un puesto asegurado en la empresa de marketing e incluso ha cambiado a su hijo del que se avergonzaba por una niña perfecta. Parece que Javier finalmente ha logrado tener la vida que tanto ansiaba y su día a día se ha convertido en el anuncio que mostraba en la primera escena.

Imagen de 'Hogar' en Netflix
Javier Gutierrez en ‘HOGAR’

Ahora bien, para lograrlo ha hecho lo inimaginable: matando, engañando, pisoteando a los demás y dejando de lado a su mujer e hijo. Lo curioso es que si muchas veces nos pusiéramos a pensar cómo han llegado a lo alto de pirámide social algunas personas, descubriríamos que la historia no es tan diferente.

Parece que el sistema en el que vivimos favorece la psicopatía, y que el dinero y el estatus social lo es todo. Por eso mientras nosotros nos pasamos la vida en nuestro piso de treinta metros cuadrados, ellos nos miran desde su casa de lujo con vistas impresionantes, con la certeza de que han hecho de este mundo su HOGAR y harán lo que sea para conservarlo.

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La Claqueta Metálica
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