El final de Hereditary, la ópera prima de Ari Aster, nos ha dejado fascinados. Y si bien es mejor dejar pasar un poco de tiempo para descubrir si el poso que nos ha dejado es tan intenso y consistente como el impacto que nos ha producido, de lo que estamos completamente seguros es de que Ari Aster ha unido con maestría el drama familiar y el terror psicológico con tintes fantásticos, dando como resultado una de las mejores películas de terror actuales.
En ‘Hereditary’ logra encerrar a sus personajes en lo que parece una casa de muñecas. Los va moviendo como títeres a los que encamina de una desdicha a otra. Además, no será hasta que la película termine, cuando consigamos atar todos los cabos y descubrir que los accidentes no existen y que el destino estaba ya escrito.
Algo que apreciamos en esas pequeñas pistas que coloca estratégicamente a lo largo de la película. Que pasan desapercibidas al principio, pero que al final toman consistencia en un resultado único.
A continuación desvelamos el significado de ‘Hereditary’ y analizamos su final.
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Resumen ‘Hereditary’
Annie acaba de perder a su madre, con la que siempre había tenido una relación complicada. Cuando parecía que por fin iba a conseguir un poco de paz en su vida, su familia comienza a desmoronarse poco a poco. Un accidente de coche hace que su hija Charlie muera instantáneamente al golpearse la cabeza con un poste. Pero lo peor es que la persona que iba conduciendo era su otro hijo, Peter.
La familia, ahora sí completamente destruida, comienza a experimentar cosas sobrenaturales en su propia casa. Poco a poco se van dando cuenta que lo que parecía ser un accidente no lo era tanto y que si bien la abuela había fallecido, les había dejado un peligroso legado. Uno en el que Peter está destinado a ser el cuerpo en el que se reencarne un demonio, y ellos deberán ser sus siervos cuando el rey llegue a la tierra. Un sacrificio que se verán obligados a cumplir por herencia.
Señales en el camino de Hereditary
Al poco de comenzar la película, nos adentramos en la clase de historia de Peter para escuchar a su profesor hablar de los 12 trabajos de Hércules. Un viaje en el que el héroe teniendo todas las señales de su destino delante de él, era incapaz de verlas.
Un ejemplo perfecto con el que Ari Aster nos muestra que al igual que en el camino del héroe, su película está llena de señales premonitorias que avisan de los peligros a los que se exponen sus personajes. Pero tanto el espectador como los propios protagonistas, no percibimos las pistas hasta que ya es demasiado tarde para dar marcha atrás:
- Cinco minutos antes de que la cabeza de Charlie sea despedida de su cuerpo, vemos un plano en el que aparece el poste contra el que se choca y en el va inscrita la marca del diablo.
- Antes de que tenga la reacción alérgica al comer la tarta de chocolate, la cámara nos enfoca a unas jóvenes partiendo nueces.
- La película comienza con un plano de la caseta del árbol, avisando de que será el escenario final con el que concluya la película.
- Pero si hay un mensaje que anuncia la tragedia a la que se enfrentará la familia, es el que la madre de Annie deja a su hija escrito en un trozo de papel tras su muerte. En él revela que tanto ella como su familia pasarán por la peor de las desdichas, pero que todo el sufrimiento que está por venir tiene un fin. La abuela nos hace spoilers desde el comienzo.
El legado de la abuela
El personaje clave y fundamental de Hereditary, que a la vez solo aparece como un recuerdo, es la abuela. Culpable del desmoronamiento de una familia que no tiene ni idea de lo que se les viene encima.
Y no es casualidad que la película comience con su funeral, sino que da más simbolismo a la importancia del legado y del destino. Porque precisamente la abuela, en vez de la perturbada con personalidad múltiple que traía por el sendero de la amargura a su hija, en verdad es la líder de un grupo satánico que trata de reencarnar a un demonio en la tierra. Además, a través de su propia sangre. Lo típico.
Un asunto de familia
Cuando Annie (Toni Collet), en el grupo de apoyo, hace un repaso por su vida, nos deja claro que se crio en una familia completamente disfuncional. Nos habla de un hermano esquizofrénico que acabó suicidándose, y de una madre con personalidad múltiple que había sido una auténtica pesadilla toda su vida. Pero lo ella no sabía, es que en verdad su madre era una sierva de lo sobrenatural. Y lo que había intentado todos esos años es el demonio se reencarnara en su hijo varón, lo que acabó terriblemente mal con la muerte de su hermano.
Después nos habla como tras dar ella misma a luz a Peter, alejó a su madre del bebé. Lo que también desconoce Annie son las intenciones ocultas de su madre para usar a su nieto como el nuevo receptáculo.
Así que la única oportunidad que le quedaba a la abuela era hacerlo con su segunda nieta, Charlie, una vez que su Annie había vuelto a aceptarla a su madre en la familia. Pero Charlie era solo un recipiente provisional hasta que finalmente el demonio habitara a Peter (solo puede ser un varón). Y para que eso ocurriera, la niña, Charlie, tenía que morir (efectivamente el accidente estaba predestiando).
Tras la muerte de Charlie, Peter comienza a tener alucinaciones. Pierde la perspectiva de lo que es real y lo que no. Eso sumado al dolor por haber matado a su hermana, lo vuelve completamente loco. La película finaliza con Peter lanzándose por la ventana en un acto de desesperación.
Ahora sí, el cuerpo de Peter queda vacío de cualquier humanidad, y el demonio consigue reencarnarse, siendo incluso coronado en medio de la secta en la casa del árbol. Finalmente todo ha salido según lo planeado, y el legado continua.
El duelo de un ser querido
Una de los puntos más fuertes y atractivos de ‘Hereditary’, es cómo consigue plantearte dilemas que ni siquiera se te habían pasado por la cabeza, poniéndote en el papel de los protagonistas. Meterte dentro de su piel, haciendo que el miedo no sea el resultado de sustos diseñados y gritos planeados, sino terror psicológico puro que persiste una vez has acabado de ver la película.
Consigue plantearte el dolor ante el duelo y la muerte, y cómo se vive completamente diferente dependiendo quién sea la persona que se vaya de tu vida. Con la muerte de su madre, Annie, se siente más culpable que triste. Culpable porque en verdad está aliviada por haberla perdido de vista. Sin embargo, con la muerte de su hija, la vemos completamente derrumbada, apagada, destrozada. Se ha muerto una parte de ella y vivimos su dolor intensamente.
La carga de la culpabilidad
Pero si con Annie somos capaces de empatizar viviendo su sufrimiento, con Peter los que nos derrumbamos somos nosotros. Y es que si la muerte de su hermana es seguramente el momento más impactante de la película, lo que viene después no es más liviano.
El momento en el que la cabeza de la niña es despedida de su cuerpo, el hermano sigue conduciendo hasta casa. Se mete en la cama sabiendo que a la mañana siguiente nada en su vida y en la de sus padres va a ser igual, dándose cuenta que ha destrozado en unos instantes a toda su familia y siendo consciente de que no puede deshacer lo que ha hecho.
Además, a la mañana siguiente vemos el grito de terror de Annie. Que sin saber absolutamente nada de lo que ha sucedido la noche anterior, se encuentra en el asiento trasero del coche el cuerpo de su hija sin cabeza.
Una imagen aterradora, la de una madre viendo así a su hija, o al menos a su mitad. Y mientras Peter se acurruca más en su cama sin saber donde meterse, deseando desaparecer.
Una familia rota
Efectivamente, ya nada vuelve a ser igual en la casa. Por un lado tenemos a un joven sintiéndose culpable, dolorido, triste por lo que ha hecho; y que además se siente odiado y juzgado por su madre.
Por otro lado tenemos a una mujer que no aguanta tener al asesino de su hija tan cerca, comiendo en frente suya, y que siga respirando mientras que a su pequeña la ha enterrado. Pero a la vez sabe que también es su hijo y le quiere. Un dilema que la perseguirá hasta el final.
El padre, Steve, que se mantiene en un tercer plano, es el único pilar que sostiene la cordura en la casa. Pero cuando estamos hablando de rituales satánicos, ser escéptico no es la mejor solución. Por lo que dudar y no creer a su mujer cuanto le cuenta lo que están viviendo, le lleva a quemarse vivo, en medio de tanta duda.
Una muerte indigna para un hombre que ha tenido que lidiar no solo con la muerte de su hija, sino con la ira de una madre que aborrece a su propio hijo, y un hijo al que el dolor y la culpabilidad le están consumiendo.
Hereditary es ante todo una película de terror
‘Hereditary’ tiene todas las papeletas para convertirse en un icono del terror. Personajes memorables, imágenes imborrables y escenas traumáticas. El primer momento incómodo aparece con una paloma. Cuando Charlie, siempre inquietante con su sudadera naranja, decapita al animal quedándose con la cabeza, en lo que se supone que es parte del ritual que dará lugar al resto de acontecimientos.
Está claro que la decapitación es un elemento básico para este grupo satánico, porque tanto la abuela, como la madre, como la niña acaban de la misma forma.
Y precisamente la cabeza de la niña llena de hormigas es quizás el momento más impactante de toda la película. Las hormigas, se convierten inmediatamente en símbolo de Hereditary, viéndolas incluso en la pesadilla de Annie cuando imagina el cuerpo de su hijo Peter sucumbido por hileras de estos insectos.
Pero no todo son imágenes escalofriantes, también hay un sonido igual de perturbador que volverá loco a Peter. Se trata del chasquido que hace Charlie con la boca en vida, que seguirá oyendo el joven una vez que su hermana haya muerto.
El final de Hereditary
Como ya hemos comentado anteriormente, ninguno de los acontecimiento de Hereditary sucede por casualidad. Cada una de las muertes que vemos tiene un fin: que el rey Paimon, el demonio al que venera la secta de la abuela, se reencarne en un hombre de carne y hueso.
Pero esa reencarnación debe hacerse con sacrificios. Por eso mueren la abuela, la madre y la niña. Mientras que Peter, será el cuerpo elegido para que Paimon regresa a la Tierra.
Pero los planes del legado solo los conocía la abuela. Que había encaminado a su familia a una vida de sufrimiento para lograrlo. Destruyéndolos poco a poco hasta volverlos loco y que sucumbieran al poder del mal. La nieta muere en el accidente de tráfico, Annie acaba cortándose ella misma el cuello y Peter se lanza por la ventana al ver a su familia sumida en el caos.
En la escena final vemos un de hombres y mujeres desnudos, la cabeza de Charlie en descomposición y los cuerpos decapitados de Annie y su madre arrodilladas en el suelo. Todos ellos recibiendo al rey Paimon, que finalmente porta la corona.
Hereditary podría haber sido una película más de sectas demoníacas que tratan de traer al demonio de turno a la vida para que desate su poder entre la humanidad. Pero no, Hereditary es una obra magnética, tan potente visualmente como poderosa emocionalmente, que está sin duda en la lista para convertirse en un clásico instantáneo.
